​Ingenieros militares: una carrera con 100% de empleo

?180 nuevos tenientes se gradúan este año en el Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza. Se trata de la segunda promoción de oficiales universitarios.

Mur y Crucis
Mur y Crucis

Quienes buscan convertirse en oficiales del Ejército de Tierra, desde el curso 2010/2011 tienen que cursar el Grado de Ingeniería en Organización Industrial junto a la formación militar reglamentaria en el Centro Universitario de la Defensa (CUD) de Zaragoza. Como principales diferencias con un grado universitario al uso, no solo se trata de una enseñanza gratuita –financiada por el Ministerio de Defensa- sino que además desde el primer año reciben un salario de entre 300 y 400 euros. Una vez graduados y con el despacho de tenientes, son integrados en la escala de oficiales.


Como salvedad, para renunciar a su condición de militares de carrera, los oficiales del Cuerpo General del Ejército de Tierra han de cumplir un mínimo de 8 años de servicio desde su ingreso en la escala en la que se encuentran, y avisar con seis meses de antelación. De no cumplir ese mínimo, deberían resarcir al Estado económicamente como recoge el art. 117.2 de la Ley 39/2007, de 19 de noviembre.


El próximo mes de julio se celebrará la graduación y la entrega de Reales Despachos de la que será la segunda promoción del CUD formada por 180 nuevos tenientes. El pasado año en torno a un centenar de oficiales formó parte de la LXX Promoción de la Academia General Militar (AGM), de los cuales nueve eran aragoneses –es decir, sobre el 8%-. Sin embargo, no todo es un camino de rosas. Estos universitarios viven en régimen de internado, han de cumplir unos parámetros de vestuario y no pueden faltar a clase sin justificación: “Eso supone un arresto”, asegura el teniente Crucis, de 24 años y actual Jefe de la Sección de Vía y Obras de la Compañía de Ferrocarriles. “Cuando me tocó elegir lo que quería estudiar vi que nada me convencía. A pesar de que mi padre es militar nunca tuve mucha información al respecto pero me llamaba mucho la atención”, explica el zaragozano.


Durante los cinco años de carrera es fundamental dedicar tiempo a los estudios y, sobre todo, adaptarse a la formación militar. Para ello el primer año pasan por el denominado Módulo de Acogida, Orientación y Adaptación a la vida militar. “Es un cambio verdaderamente duro, vives en régimen de internado de lunes a viernes y el fin de semana lo tienes que dedicar a estudiar o no llegas, el centro es muy exigente”, recuerda.


En la actualidad, el teniente Crucis se dedica al mantenimiento, construcción y rehabilitación de la infraestructura ferroviaria del Ejército de Tierra a nivel nacional, en concreto en dos estaciones, San Gregorio en Zaragoza y El Goloso en Madrid. “Es una enorme responsabilidad”, asegura. Esta era una de las cuatro especialidades disponibles en el Regimiento de Pontoneros en el que se encuentra el oficial: Montaje de Ferrocarriles, Desactivación de Explosivos, Operaciones Anfibias o Montaje de Puentes. Precisamente en esta última se encuentra otro de los aragoneses de la primera promoción, que cumple su primer año.


Para el teniente Mur, oscense de 27 años, el compañerismo ha sido uno de los valores más importantes que les han transmitido en su etapa formativa: “Para mí la esencia de nuestro paso por la academia han sido los valores militares. La importancia del compañerismo, la lealtad, la disciplina y el espíritu de sacrificio”.


Pero no todos logran llegar hasta el final. De 280 matriculados tan solo 108 lograron graduarse. Desde la AGM señalan al desconocimiento del nuevo sistema de enseñanza y a la inadecuación del perfil de los primeros aspirantes como posibles causas, aunque aseguran que a partir del segundo año ambos factores se corrigieron. “La mayoría no sabía a lo que venía. Yo tenía claro que iba a una academia militar, no es una carrera universitaria al uso”, reconoce Mur, actual jefe de la sección de Puentes de Apoyos Fijos. “Nos encargamos del montaje, transporte y mantenimiento de estas estructuras en cualquier sitio como por ejemplo en caso de inundaciones”, explica.Abriendo brecha


Formación física, capacidad de liderazgo, conocimientos de relaciones internacionales e idiomas. Estas son algunas de las características de los integrantes de esta primera promoción de graduados militares que tiene su propio lema: “LXX Promoción ¡Abriendo brecha!”. “Nuestra misión es estar en constante formación y preparados para cuando seamos necesarios, somos como un equipo de fútbol, entrenamos hasta que nos toca jugar”, explica Mur.


Se trata de la septuagésima promoción de la Academia General Militar, y la primera con este nuevo plan de estudios. “El lema parte de una metáfora a raíz de la expresión técnica militar de ‘abrir brecha’ en una batalla, que implica la entrada o el inicio del camino, como en el caso de estos nuevos oficiales, “los oficiales del Siglo XXI”, aseguran.

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