Los bomberos de Zaragoza y un arquitecto del Servicio de Inspección de Urbanismo del Ayuntamiento han precintado una acera colindante al cuartel policial de General Mayandía ante la caída de cascotes al suelo.

El suceso tuvo lugar este domingo, en el que el viento ha soplado con fuerza en la capital aragonesa, cuando al parecer, parte de una cornisa del edificio se desprendió con evidente riesgo para los peatones. Por esta razón se decidió vallar la zona, que además es muy transitada por menores, dada la cercanía con el colegio Joaquín Costa.

Para los sindicatos policiales, que vienen denunciando desde hace tiempo el mal estado de conservación del inmueble, este desprendimiento “pone en evidencia, una vez más, la situación del edificio y el riesgo que supone no solo para los agentes, también para los ciudadanos”, señalan desde SUP Zaragoza.

El cuartel de Mayandía fue inaugurado en 1945 y sufre desde hace décadas la falta de mantenimiento por parte de las administraciones, en este caso del Ministerio del Interior y de la Delegación del Gobierno.

Tanto es así que hasta dos informes técnicos han suspendido recientemente su estado de conservación. Teniendo en cuenta que en él trabaja la mitad de la plantilla policial de Zaragoza -unos 650 agentes-, los sindicatos reclaman su cierre inmediato y una solución que les permita llevar a cabo su labor en condiciones de seguridad.