​Urbanismo quiere dar un nuevo impulso al Plan de revitalización del Picarral

Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza actualizará el Plan de Revitalización del barrio del Picarral, una planificación integral que se puso en marcha en 2009, pero que no se desarrolló ante los ajustes presupuestarios de los años posteriores. Así lo explicó el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, en la reciente reunión mantenida con los agentes del barrio. "Va a haber continuidad, han pasado bastante años y vamos a actualizar las actuaciones y vamos a ver cuáles son más necesarias y se pueden poner en marcha", explicó Muñoz.

Este plan fue presentado en 2009 como una proyección integral encaminado a conseguir la rehabilitación y la revitalización social, física, urbanística y económica del territorio constituido por el barrio del Picarral y Balsas de Ebro Viejo. El plan contemplaba cinco ejes de intervención: mejora ambiental y del espacio público, movilidad y transporte, revitalización de la estructura urbana, revitalización de la estructura urbana, equipamientos de uso colectivo y fomento a la rehabilitación del parque edificado, para propiciar la rehabilitación del 80% de las viviendas con una antigüedad de más de 40 años, involucrando a los propietarios y vecinos y contando con las ayudas de distintas administraciones públicas.

Los vecinos siempre han reivindicado la recuperación de este plan como hoja de ruta para la mejora del entorno urbano, un parque de viviendas muy envejecidas, y para la creación de equipamientos y de impulso al comercio de proximidad. "Ahora se va continuar y se ha planteado la creación de un órgano de gestión para su puesta en marcha, nosotros abogamos por que cuente con técnicos, ayuntamiento, distrito y vecinos", explicó Juan José Jordá, de la Asociación de Vecinos Picarral.

Es la línea de rehabilitación la que más viva se ha mantenido a lo largo de estos años. En la reunión con agentes del distrito, se dieron a conocer las cifras de los últimos años. Así, entre 2015-2016 se han otorgado ayudas por valor de 575.000 euros entre subvenciones ARRU del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza, y subvenciones para mejoras en ecoeficiencia del Consistorio, que han permitido subvencionar actuaciones valoradas en 827.956 euros, en siete bloques que han afectado a 76 viviendas. En concreto se han beneficiado bloques de las calles Arturo Bressel Marca, en los números 4 y 12; Calamocha, 4; María Domínguez Remón, 6; Anzánigo, 14 y 16 y Juan Cabré, 2. "En su mayor parte las ayudas van destinadas a la instalación de ascensores y a conseguir aislamiento térmico de la envolvente, que lo que hace es que se ahorre hasta más del 50% en la energía que se tiene que consumir para calefactar o enfriar la vivienda", explican desde Zaragoza Vivienda.

Estos trabajos dan continuidad a los programas de ayudas a la financiación privada de vivienda en el barrio que se desarrolla desde años atrás, y que ha permitido por ejemplo, que más de 120 viviendas de las 200 del Grupo Picarral se hayan rehabilitado. Este conjunto urbano, que data de los años 50 a iniciativa de la Obra Sindical del Hogar, es uno de los 21 de toda la ciudad que están declarados conjuntos urbanos de interés en el Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza, lo que obliga a su mantenimiento y actuar en ellos de manera conjunta.Solares en el barrio

Por otro lado, en la reunión con los agentes del barrio se trataron otras cuestiones, como la situación de varios solares que preocupan a los vecinos y sobre los que llevan tiempo pidiendo mejoras.

Por un lado, el solar que más incertidumbre provoca, el de la calle Juslibol, se dio a conocer que ya se ha procedido a la reversión de la titularidad, por lo que ahora pasa a ser propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza. Los vecinos han pedido que se limpie y se retire la broza, puesto que "es un foco de insalubridad", y ahora plantearán algún tipo de "actuación blanda", como equipamientos deportivos o colocación de elementos de mobiliario urbano.

Por otro lado, en el solar de unos 3.000 metros cuadrados que se encuentra entre la calle Monte Perdido y Somport, donde ahora aparcan los vecinos, se ha pedido también su limpieza y mejor acondicionamiento "como medida temporal, hasta que se acometa un centro cultural o de juventud en el barrio, no tenemos este tipo de equipamientos y los consideramos prioritarios", apuntó Jordá.