La Policía espera las pruebas psiquiátricas para llevar al homicida de Santa Isabel ante el juez

La autopsia halla numerosos golpes y de gran intensidad en el cráneo de la fallecida, a la que atacó con una maza. Algunas señales de defensa indican que la víctima vio venir la agresión e intentó repelerla.

Colectivos e instituciones convocaron ayer numerosos actos en recuerdo de la fallecida. En la fotografía, el de la plaza de España.
Colectivos e instituciones convocaron ayer numerosos actos en recuerdo de la fallecida. En la fotografía, el de la plaza de España.
Oliver Duch

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional no descarta agotar el límite de 72 horas de detención que estipula la ley para llevar al homicida de Santa Isabel, Faustino S. S., de 72 años, ante el juez. Y no lo hace con el objetivo de recabar más pruebas inculpatorias u obtener una confesión por parte del hortelano, sino para que este pueda someterse a todas las pruebas psiquiátricas que le están practicando en el Royo Villanova. Según fuentes de la Jefatura Superior, el marido de Rosario Roche Artigas –de la misma edad y a la que dio muerte a mediodía del pasado domingo golpeándole el cráneo con una maza– seguía ayer hospitalizado bajo custodia policial y no se sabía cuándo iba a recibir el alta.


Los agentes encontraron al agresor con aspecto "depresivo" y piensan que su violenta reacción –además de atacar y dejar herida de muerte a su esposa, que falleció siete horas después en el Clínico, también pegó con la maza a su hijo menor, de 39 años– podría tener alguna explicación médica. Por ello, prefieren que, además de su atestado, el juez disponga de un informe psiquiátrico del detenido lo más completo posible a la hora de interrogarlo. Máxime cuando será este quien tenga que decidir sobre su grado de imputabilidad y su futuro: en prisión provisional o, en caso de padecer algún tipo de trastorno o patología, en el centro que se considere más adecuado.


El que ya ha sido enviado a los juzgados es el informe preliminar de la autopsia practicada a Rosario Roche a primera hora de ayer en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA). Según fuentes consultadas por este diario, aunque no se ha precisado todavía el número de traumatismos que tenía el cadáver, estos fueron "numerosos y de gran intensidad".


La mujer presentaba lesiones por distintas partes del cuerpo, aunque se confirma que el agresor le asestó la gran mayoría de golpes en la cabeza. En cuanto al arma homicida, se descarta que hubiera otra que la maza de albañil que la Policía pudo intervenir en el escenario del crimen.


A la hora de examinar a la víctima, los forenses pudieron comprobar que esta presentaba algunos signos de defensa, lo que revelaría que fue consciente del ataque de su marido e intentó repelerlo. Pero ello no impidió al hombre golpearla en repetidas ocasiones con la herramienta y causarle múltiples traumatismos craneales.


Lo que queda por aclarar a los investigadores es la secuencia de los hechos, puesto que, además de la ahora fallecida, en la vivienda familiar se encontraba su hijo Emilio, que también resultó herido. A quién atacó primero el detenido será algo que intentarán averiguar cuando puedan hablar con este o con su vástago.Condena unánime

La muerte de Rosario a manos de su marido ha provocado la condena unánime de todo tipo de colectivos e instituciones. Como es habitual cada vez que se produce un fallecimiento por violencia de género, decenas de ciudadanos se concentraron ayer por la tarde en la plaza de España para expresar su repulsa y dolor. Lo hicieron al grito de: "Nos queremos vivas".


"Deberíamos reflexionar en lugar de avenirnos únicamente a la condena", manifestó por la mañana el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve durante el minuto de silencio convocado frente al Ayuntamiento. Para este, la solución a esta violencia "no está en las manos de las víctimas", ya que se trata de un problema social. Santisteve se preguntó por qué falla la labor preventiva cuando hay mecanismos y formas de proceder diseñadas.

Sin embargo, el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, aprovechó otro acto organizado media hora antes en la plaza del Pilar para recordar que en el caso de Santa Isabel no había antecedentes ni denuncias previas. "Un hecho tan lamentable era prácticamente imposible haberlo detectado", dijo, apuntando que "tampoco había ninguna intervención social" que revelara la existencia de "una familia en crisis o desestructurada".


El Ejecutivo autonómico, las Cortes de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza mostraron también su solidaridad con sendas convocatorias frente a sus sedes. Todas las formaciones políticas emitieron también comunicados de solidaridad con la vecina de Santa Isabel.

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