La FAS pide un cambio en las políticas mundiales para poder vivir en cualquier lugar

La Federación Aragonesa de Solidaridad ha recibido la Estrella de Europa, entregada por el Ayuntamiento de Zaragoza.

Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS).
La FAS pide un cambio en las políticas mundiales para poder vivir en cualquier lugar
Miguel Gracia García

El presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), Ricardo Álvarez, ha abogado este lunes por un cambio en las políticas mundiales que permitan que "todas las personas tengan todos los derechos en todos los lugares del mundo".


Álvarez ha recibido este lunes la Estrella de Europa que entrega el Ayuntamiento de Zaragoza con motivo del Día de Europa, con el que se conmemora la creación de la organización y en torno a la cual la ciudad organiza una semana de actividades culturales.


Con el acto institucional, presidido por el alcalde, Pedro Santisteve, la ciudad reconoce en esta ocasión la defensa de los derechos humanos que hace la FAS y especialmente hacia las personas refugiadas.


Es en este ámbito en el que se ha centrado el discurso de Álvarez, quien ha señalado que en lugar de avanzar hacia un "Estado planetario" que permita a las personas "poder vivir con dignidad en cualquier lugar del mundo", "si no lo remediamos se construirá una Europa fortaleza de banqueros mercaderes".


El presidente de la FAS ha advertido de que ninguna migración es voluntaria, salvo a quienes por contar recursos se les permite instalarse en cualquier lugar, sino que todas son "forzosas" y obedecen a la misma causa: huir de la muerte por guerra, persecución o pobreza extrema.


Aunque ha reconocido la necesidad de actuar en los lugares de origen a través de la ayuda al desarrollo, para Álvarez "la única solución" es el cambio de las políticas mundiales ya que en los países avanzados "seguimos enriqueciéndonos a su costa", "recibimos más que lo que les damos" y se sigue aumentando la brecha entre los países ricos y pobres.


En este sentido, ha abogado por aceptar disminuir el consumismo "para que otros puedan, sencillamente, vivir".


"Hay que ir dando pasos concretos, aunque sean pequeños y nunca hacia atrás" con el fin, ha insistido, de que "todas las personas tengan todos los derechos en todos los lugares del mundo".

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