El veto municipal acaba con las charangas y solo dos fueron apercibidas por la Policía

Las sanciones económicas se interpondrán a partir del próximo fin de semana.

La charanga de Berge (Teruel) salió ayer a la calle, pero fue apercibida por la Policía.
La charanga de Berge (Teruel) salió ayer a la calle, pero fue apercibida por la Policía.
Francisco Jiménez

En el Día de Aragón todavía sonaron algunas trompetas y el famoso «Paquito el Chocolatero». A pesar de que el Ayuntamiento de Zaragoza las ha prohibido, ayer algunas charangas –aunque muchas menos de las habituales– todavía recorrieron las calles del Centro y el Casco Histórico de Zaragoza.Eso sí, se encontraron con el apercibimiento de los agentes de la Policía Local, que no les multaron pero sí les advirtieron de la restricción a partir de ahora.


Tras meses de polémica por este asunto, el Consistorio sancionará a partir del próximo fin de semana a las charangas que toquen en la vía pública con multas de entre 50 y 150 euros. El decreto ya ha sido enviado a la Policía Local, que tenía órdenes este primer sábado solo de informar a las bandas sin castigarlas económicamente.


Al enterarse del cambio de normativa, muchas charangas decidieron ya el viernes por la noche anular la actuación, pero las más atrevidas, como la de la Virgen de la Peña de Berge en Teruel, salieron a tocar por el centro de la ciudad. «A los cinco minutos de empezar ha venido la Policía Local a informarnos y a pedirnos la documentación, pero no nos han sancionado. No entiendo que las hayan prohibido», criticaba Juan Yeguas, miembro de esta banda que en los últimos dos meses había animado ocho despedidas. «Decidimos seguir adelante con nuestros planes y no anularla porque sabíamos que no podían multarnos, leímos lo que salía en los medios de comunicación. De hecho, cuando han venido los agentes, hemos ido a hablar con ellos», añadía Jéssica Galán, que se casa en los próximos días y estaba de celebración con sus amigas ayer por la tarde.


Otros jóvenes más precavidos sí que decidieron a última hora anular la banda que tenían contratada para evitar problemas y que no se les aguase la fiesta. «Me parece un error prohibirlas, creo que no es tan molesto cuando tocan de seis a ocho de la tarde», lamentaba Héctor García, que vino desde Tafalla (Navarra) a la capital aragonesa para celebrar la despedida de su amigo.


Tampoco la charanga Aires del Huerva –una de las que más celebraciones de este tipo organiza– salió ayer a la calle a pesar de las dos despedidas contratadas. «No queremos dar más que hablar», aseguraron desde este colectivo. Mientras que la charangaEl Bullicio lamentó que el equipo de Gobierno no les haya consultado y no haya dado una moratoria de unas semanas para empezar a multar. Aseguró que se podían haber buscado alternativas o lugares donde se hubiera permitido tocar. Luis Pérez, uno de los componentes de la banda, reconoció que él por su cuenta está hablando con algunas fincas donde poder trasladar la fiesta y evitar problemas.


Alivio de los vecinos


Los que ayer aseguraron sentirse «aliviados» por la decisión municipal fueron algunos residentes y transeúntes del centro de la ciudad. «Ya era hora. No se puede permitir que toquen a todas las horas y no dejen a los vecinos descansar», criticaba Sara Gutiérrez, que ayer tomaba algo en una terraza del Tubo de Zaragoza. Una postura que compartió uno de los vecinos de la calle de Alfonso I, que sugirió al Ayuntamiento de Zaragoza buscar un emplazamiento más adecuado, como el parque del Agua o el recinto ferial, para este tipo de celebraciones festivas y musicales.

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