​Diseño aragonés y tribal

La zaragozana Elisa Venegas diseña colecciones de joyas inspiradas en obras expuestas en la pinacoteca madrileña.

Diseño, innovación y alta calidad se dan la mano en los productos de las tiendas de algunos de los grandes museos del mundo como es el caso del Thyssen, pionero en España en crear herramientas y espacios con los que intensificar la experiencia museística.


En su selecta boutique, además de su oferta bibliográfica y de catálogos, los movimientos de la abstracción, el impresionismo, el expresionismo, el pop art o hasta las soledades de Hopper se perpetúan en forma de multitud de artículos de merchandising, con los que la pinacoteca fortalece el recuerdo de marca e ingresa en caja, mientras el visitante se hace con un artículo evocador, una pieza envolvente o una metáfora de la obra fetiche inalcanzable para el común de los mortales.


Desde sus inicios, una de las líneas más señeras del Thyssen han sido sus exclusivas colecciones de joyería y complementos, para lo que cuenta con un selecto club de creadores contemporáneos en el que ha entrado la aragonesa Elisa Venegas con piezas originales y marcadas por lo tribal y lo étnico.


Venegas envió su muestrario de joyas elaboradas a partir de símbolos y adornos cerámicos, y recibió el encargo de crear una colección para la exposición 'La ilusión del lejano oeste', clausurada el pasado mes de febrero. "Me documenté y leí mucho sobre los indios norteamericanos", explica la creadora, para desarrollar una colección exclusiva y fresca de largos pendientes, gargantillas y pulseras fabricadas con canutillo de cristal tejido sobre cordón encerado y terminales con baño de plata.


Más centradas en el juego del color y de la composición son las piezas inspiradas en las obras 'Naturaleza muerta con Papagayo' de Robert Delaunay, o 'Planos de color' de Joaquín Torres-García, pulseras muy coloristas elaboradas también con canutillo de cristal.


"Me encanta fabricarme mis propios artilugios, he tenido que hacerme como un telar pequeño donde preparo la urdimbre con cuerda y los voy metiendo uno a uno", explica Venegas, quien subraya que "esa minuciosidad que requieren las piezas, ese tiempo forma parte del mismo discurso de la obra y lo lleva implícito".


Historiadora del Arte de formación, Venegas ha sido en el barro como elemento elemental y más humilde donde ha encontrado su vehículo de expresión en sus piezas de cuencos y platos, y también de joyería a través de ornamentos como los de la colección Gineceo, todo un homenaje a lo primitivo, a la simbología y a la belleza femenina, presentada en 2012 en la galería Carolina Rojo.


"En las culturas las cosas no son por que sí y ahora, los adornos que llevas son una declaración de principios, reivindicas cómo te ves y cómo quieres que te vean", comenta.


Afincada durante dos décadas en El Escorial, la zaragozana continuó formándose en el aprendizaje de la cerámica, exponiendo en distintas ciudades españolas. Fue galardonada con el Premio Nacional de Cerámica Vicente Diez en 1986.Artesanía y contemporaneidad


Venegas ya busca inspiración para otra colección que pronto llegará a las vitrinas del Thyssen, un muestrario de joyería de una decena de creadores "españoles en su mayoría, pero también hay gente que trabaja en Nueva York o París. Buscamos unir los artesanos tradicionales con los más modernos diseñadores", explica Ana Cela, jefa del Área de Publicaciones y Tienda Librería del Museo.


Los criterios, que sean piezas especiales, originales y realizadas para el museo a partir de sus obras de arte o de las exposiciones temporales que realiza la pinacoteca, además de la exclusividad que aporta comprar en la tienda del Thyssen, donde cuentan con más de 1.000 referencias. "Es una manera de que la imagen del museo perviva una vez terminada la visita. Es, a su vez, una importante fuente de ingresos que contribuye a financiar el programa expositivo y las actividades del museo", comenta Cela.

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