Acoger y Compartir pone el foco en Haití

Esta asociación organiza una cena solidaria para que los niños de dos escuelas puedan comer todos los días.

Paula Garrido, José Miguel de Haro, Pilar Ramas, Javier García Pérez-Llantada, Patricia Martearena y José Garrido, en el restaurante El Cachirulo.
Paula Garrido, José Miguel de Haro, Pilar Ramas, Javier García Pérez-Llantada, Patricia Martearena y José Garrido, en el restaurante El Cachirulo.
Guillermo Mestre

Tras el terremoto que asoló Haití en 2010, la asociación Acoger y Compartir se volcó en este país, colaborando para que cuanto antes vuelva a la normalidad y apoyando, especialmente, a los más pequeños. De esta forma se han puesto marcha un orfanato, escuelas, dispensarios, comedores… Pero como no se cansa de repetir su presidente, José Miguel de Haro, “las necesidades siguen siendo muy grandes”.


La cena solidaria que ayer se celebró en el restaurante El Cachirulo contribuirá a resolver parte de esas carencias. A la llamada respondieron más de 200 comensales que conocieron con detalle los proyectos de esta entidad, no solo en Haití sino en otros países como Bangladesh. José Garrido, Javier García Pérez-Llantada, Pilar Ramas, Yadira Monreal o Paula Garrido son algunos de los voluntarios que más se han implicado en la organización, buscando el apoyo de decenas de colaboradores y animando a la gente a acudir a la cena.


Entre otros invitados participaron el Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, José María Rivera; el abogado José Antonio Visús; el exárbitro Carlos Sanz, y el neurocirujano Juan Calatayud, además de numerosos representantes de la industria farmacéutica.


La periodista Lorena Ruano presentó la velada y dio la palabra al presidente de Acoger y Compartir, quien explicó el problema crónico de desnutrición que sufren los niños en edad escolar. “Disminuir el hambre y la malnutrición supone elevar la capacidad de aprendizaje de los pequeños –dijo–; ahora reciben un plato de comida los martes y jueves, y nuestro objetivo es que puedan comer también los lunes, miércoles y viernes. Y a ser posible, algo más que un plato de comida”.


A intentar conseguirlo se destinará la recaudación de esta cena que irá a los comedores infantiles de los centros de San Luis Gonzaga, en Fonfrède, y a la escuela San Gerardo, en Chateau. El presidente también explicó que el nuevo colegio de Noluakuri, en Bangladesh, ya es una realidad tras su inauguración en enero. A este proyecto de destinó el dinero recaudado por la asociación en 2015. “Nada más iniciar su andadura contaba con casi 400 alumnos musulmanes, hindúes y cristianos”, dijo José Miguel de Haro.


Para lograr más recursos, durante la cena se organizó una rifa con los regalos donados por decenas de empresas colaboradoras. En la venta de papeletas participaron voluntarios como Nieves Francia, Marilar Abadías o Patricia Martearena. Entre las piezas con un mayor valor emocional y simbólico se sorteó un cuadro pintado por varios artistas de Haití. La velada concluyó con un espectáculo de bailes de salón.

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