Los técnicos de emergencias critican el mal estado de las entradas de los hospitales

Los baches y desniveles de las calles circundantes afectan a los pacientes que viajan en la ambulancia.

El deteriorado acceso a los hospitales de Zaragoza
El deteriorado acceso a los hospitales de Zaragoza
Atetransa

Los baches y desniveles de las entradas de los principales hospitales de Zaragoza son evidentes. Al menos, así lo destacan desde la Asociación de Técnicos de Emergencias Sanitarias (Atetransa). "Las calles por las que acceden las ambulancias tanto en el Hospital Miguel Servet como en el Royo Villanova y el Clínico está repleta de baches”, señala Paúl Aguelo, secretario de la organización. No obstante, esta circunstancia no se da en los otros centros hospitalarios de la capital.


En la zona del Hospital Miguel Servet, al salir del túnel que da acceso a la calle Gonzalo Calamita -donde se ubican urgencias y traumatología- existen varios espacios parcheados, “con importantes desniveles". Lo mismo ocurre en la calle Santa Teresa de Jesús por la que muchas ambulancias circulan para incorporarse a Fernando el Católico. El acceso al Royo Villanova presenta una imagen similar. “Tanto la avenida San Gregorio como la calle Cristo Rey están afectadas por el paso del autobús y hay importantes baches”, recalca Aguelo.


Sin embargo, para los miembros de Atretransa la peor situación es la del Hospital Clínico Lozano Blesa. "El importante desnivel que se aprecia en la calzada de entrada a urgencias -por la calle San Juan Bosco- es el que más se nota cuándo vas en el interior de una ambulancia”, especifica Aguelo. Además, remarca que mientras que se ha arreglado la entrada al parquin -situada en la siguiente salida- y “ahora está completamente lisa”, la de urgencias continúa con múltiples deficencias.


“Todos estos desniveles y problemas de la calzada perjudican a los pacientes que llevamos en la ambulancia”, recuerda Aguelo. Aunque el efecto es similar en muchos de ellos, tiene especial incidencia es pacientes con politraumatismo y con cólicos u otras enfermedades cuyos dolores se acrecentan con los pequeños golpes. “Son furgonetas adaptadas y en la parte trasera se nota mucho cualquier movimiento”, especifica.


No hay que olvidar que cada día solo por la entrada del Miguel Sevet pasan alrededor de una treintena de pacientes en ambulancias. “Es un problema que ha ido aumentando con el paso del tiempo y ya es hora de se ponga algún remedio”, puntualiza.


De hecho, tal es la situación en la que se encuentran estas calles circundantes a estos complejos hospitalarios que Atetransa ha enviado un documento al Consistorio para explicar las circunstancias y los efectos que puede causar en los pacientes. Desde el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza recalcan que todavía no han recibido el escrito, pero que en cuanto lo tengan en su poder, lo estudiarán y tomarán las medidas necesarias dentro de sus competencias.

Otras deficencias en el acceso

Sin embargo, este no es el único problema que tienen las ambulancias en su día a día. En la entrada del Hospital Miguel Servet y del Clínico sufren algunos atascos a determinados momentos de la jornada. En el primer caso, el "embotellamiento" se produce cuando se va a girar del paseo de Isabel la Católica a la calle Gonzalo Calamita. “Solo hay un carril para hacer el giro y cuando coincide con la llegada de los niños al colegio -hay dos ubicados en la zona- los atascos que se producen son importantes. Además, aunque los coches intentan dejarte paso, mínimo estás cinco minutos para acceder”, recalca.


En el Hospital Clínico Lozano Blesa el problema se produce porque la entrada a urgencias y la del parquin están una contigua a la otra, por lo que si coincide con una hora en la que están llegando muchos coches al parquin, también se crean atascos. “Son cosas que se tendrían que arreglar porque si vas con una urgencia, no puedes estar esperando”, sostiene Aguelo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión