¿Es necesario interrumpir el servicio del tranvía con cada manifestación?

Una manifestación en el centro de Zaragoza o en la zona de Universidad es, a menudo, sinónimo de interrupción parcial en el servicio del tranvía. ¿Es necesario cortar el tránsito o hay espacio suficiente para que se celebre la protesta y los vecinos puedan desplazarse sin ser los paganos de las afecciones? El debate se abre en las paradas siempre que se lanza el aviso de suspensión.

Desde la sociedad de Los Tranvías se procura informar a los viajeros cuanto antes. "Tenemos un protocolo por el cual pasamos a avisar a los usuarios en el momento en que sabemos que va a tener lugar un corte de este tipo. Los revisores pasan a informar y también usamos la megafonía y los paneles que hay en las paradas y la web y las redes sociales para señalar el momento en que empiezan, las conexiones de bus y cuando se restablece el tráfico", apuntan fuentes de la sociedad, que no precisa cuántas interrupciones ha habido como consecuencias de movilizaciones reivindicativas, aunque en su canal de Twitter se contabilizan casi 40 avisos desde mayo de 2012. El último, el pasado 25 de febrero, cuando una concentración de los conductores de autobús impidió el paso de los convoyes.

Lo cierto es que, por definición, una marcha que transcurre junto al trazado del tranvía no implica una parálisis en el recorrido, tal y como indica la Delegación del Gobierno: "Los organizadores plantean un recorrido y, si no incluyen nada anómalo, se acepta. Si afecta al tranvía, se comunica a la Policía que se va a producir un corte. Pero si es durante el transcurso de la manifestación cuando los ciudadanos se suben de manera inesperada a la plataforma, a pesar de no haberlo comunicado previamente, es entonces cuando se da aviso para producir el corte".

Es decir: de partida, la interrupción del servicio no es condición sine qua non en una manifestación en el corazón de la capital aragonesa, aunque si se prevé multitudinaria sí se cuenta con el corte desde antes de que esta arranque.

La Unión Vecinal Cesaraugusta, que agrupa a diversas asociaciones de vecinos, especialmente en el Casco Histórico y el distrito Universidad, pide que se piense en el bien común y se pare el servicio solo cuando la situación lo requiera. "Apoyamos el derecho a la manifestación y huelga, pero no entendemos que se ocupe la plataforma. Hay espacio suficiente entre la calzada y las aceras", apunta Manuel Ortiz, presidente de la Unión Vecinal.

"Cualquier movilización en la zona condiciona los desplazamientos al provocar interrupciones. Es un fastidio para los usuarios porque les obliga a bajar del tranvía y a desplazarse a pie después de haber pagado por el servicio", añade.

Uno de los barrios que más dependen del tranvía es Parque Goya. El portavoz de su asociación de vecinos, Chesús Barrena, defiende también "el derecho a manifestarse de todo el mundo" y recuerda que "en las fiestas del Pilar los cortes son incluso más constantes".

Sin embargo, hace "una llamada al sentido común" ya que, según apunta, "los vecinos de Parque Goya, en sus movilizaciones y actos festivos, procuran no ocupar la plataforma del tranvía para no condicionar toda la línea". "Y si un pasacalles tiene que cruzar puntualmente la plataforma, nos coordinamos con las frecuencias. Lo mismo esperamos en el resto de casos, sobre todo en manifestaciones pequeñas", concluye.

¿Se paga dos veces?

Un zaragozano que se baje por obligación de un convoy, camine hasta la siguiente parada y se suba en el siguiente tranvía en el mismo sentido, "no pagará de nuevo si usa la tarjeta, ya que contará como transbordo", apuntan desde Los Tranvías. Sí pasará por caja si venía de usar un billete único.

La Unión de Consumidores de Aragón (UCA) asegura que el usuario tiene derecho a reclamar la parte proporcional a los tramos de los que ha sido privado tras haber abonado el viaje. "Aunque hablamos de una cantidad ínfima, de apenas unos céntimos", aclara José Ángel Oliván, presidente la organización, que ha recibido varias consultas en este sentido.