El presunto asesino tenía una orden de alejamiento de riesgo "mínimo"
La mujer lo había denunciado el pasado 5 de febrero, pero el juez lo puso en libertad.
El delegado de Gobierno, Gustavo Alcalde, ha confirmado que el hombre que ha fallecido este lunes, de 41 años y cuyas iniciales eran M. R. M. P., tenía una orden de alejamiento de su expareja y no podía acercarse a ella a menos de 500 metros.
Este lunes alrededor de las 7.30 han sido encontrados dos cuerpos sin vida en el interior del bar Planet, situado en el camino del Pilón del barrio de Miralbueno, en Zaragoza. Los cadáveres correspondían a un hombre y a una mujer y las heridas que presentaban eran de arma de fuego.
Posiblemente, él la mató y posteriormente se suicidó. Sin embargo, Alcalde ha recordado que la investigación está bajo secreto de sumario y que, aunque es un presunto caso de violencia de género, todavía se desconocen las circunstancias. "Hasta que el juez de instrucción no eleve el caso al juzgado de violencia de género no se confirmará", ha puntualizado.
El delegado de Gobierno ha precisado en una rueda de prensa que el hombre tenía una orden de alejamiento con nivel de riesgo mínimo, puesto que se había comprobado que él vivía en Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, "a más de 400 kilómetros de la víctima".
Esta orden de alejamiento se puso el pasado 5 de febrero cuando Soraya G. S., de 37 años, llamó a la Policía Nacional porque se encontró a M. R. M. P. en el interior de su vivienda al volver a casa. Según ha especificado Alcalde, la Policía lo detuvo, pero al no haber antecedentes previos, fue puesto en libertad y se impuso esta orden de alejamiento.
Alcalde ha precisado que en estos veinte días desde la denuncia, la Policía no ha recibido ninguna notificación que alertara de algún riesgo. Según ha destacado, el protocolo a seguir en estos casos, se basa en asignar un policía de referencia para que "ante cualquier anomalía que se detecte" sea avisado.
La Policía Nacional ha subrayado que los hechos han ocurrido entre las 7.00 y las 7.30, puesto que Soraya solía entrar a trabajar a las 7.00. "La voz de alarma se ha dado alrededor de las 7.30 cuando un cliente habitual ha acudido al bar y ha visto la persiana a medio bajar", han explicado. En ese momento, ha informado a la dueña del establecimiento y cuando ha llegado, han entrado al local, encontrando a los dos cuerpos sin vida.
