El patinador detenido por homicidio se exculpa, pero la sangre de los patines le delata

El presunto autor del crimen de la avenida de Cataluña, del que fue víctima un mendigo, declaró ayer por primera vez.

"No lo maté. Ni siquiera discutimos", se exculpó ayer ante el juez J. C. H., de 33 años y presunto autor del crimen de la avenida de Cataluña, del que fue víctima el pasado 5 de enero el mendigo argelino Said T., de 46. A pesar de la negativa, los patines que utilizó aquella noche, como aficionado que es al patinaje, han delatado al detenido, ya que tenían restos de sangre. La Brigada de Homicidios de la Policía Nacional ha solicitado permiso al juez para realizar un segundo registro en el domicilio del sospechoso, en el barrio de Delicias, para encontrar un pantalón vaquero que llevaba y ver si también tiene restos de sangre. En otro registro anterior hallaron una mochila que portaba la noche del crimen y se llevaron otro pantalón, pero estaba limpio.


Ayer fue la primera vez que el presunto homicida prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción 5. Y lo hizo en la vista que convierte la causa en procedimiento del Jurado. La representante del ministerio fiscal le acusó de homicidio. Hasta ahora, el presunto autor del crimen, que fue detenido el viernes 8 de enero cuando iba a participar en un paseo de patinadores, se había negado a declarar ante la Policía y ante el juez instructor.


Por otro lado, la Asociación de Patinaje Recreativo de Aragón desmintió que el presunto homicida participara en una de sus rutas habituales. Estaba en otro grupo que salía desde la céntrica plaza del Pilar.Supuesto enfado de la víctima

J. C. H. explicó ayer que había coincidido con el indigente en dos bares en la avenida de Cataluña la tarde del 5 de enero y estaban tomando cervezas. En algún momento, el mendigo mostró su enfado y el sospechoso detalló que intentó tranquilizarlo. Posteriormente, se separaron. Mientras el patinador optó por ponerse los patines para volver a casa en lugar de esperar el autobús porque tardaba en llegar, el indigente se quedó agitado y se fue con su carro.


El acusado detalló que se detuvo para fumar un cigarrillo y, de repente, se dio cuenta de que se había dejado la cajetilla de tabaco y regresó hacia uno de los bares próximos del puente de hierro del río Gállego. En esta segunda ocasión, contó que se cambió los patines por las zapatillas, vio al mendigo de nuevo, pero ya no habló con él y se marchó.


El abogado defensor, José Luis Melguizo, solicitó ayer al Juzgado de Instrucción 5 que se le pueda realizar una prueba del cabello al sospechoso para detectar si podría haber consumido algún estupefaciente. Al parecer, el presunto homicida sufría problemas psiquiátricos y estaba sometido a algún control médico.


El juez ha solicitado las pruebas biológicas y bioquímicas de los restos de sangre encontrados en el lugar del crimen (en la pared del inmueble en la avenida de Cataluña número 289) y en los objetos intervenidos al sospechoso para determinar a quién pertenecen. Todavía no han llegado los resultados de estas pruebas.


La investigación de la Brigada de Homicidio se centró en el testimonio circunstancial de dos personas, un vecino y un trabajador de uno de los bares, así como los patines intervenidos a J. C. H.Golpes en la cabeza

La causa de la muerte fue que recibió varios golpes que le dio en la cabeza con un objeto contundente, que podría ser los patines en línea, y el estrangulamiento posterior, según fuentes de la investigación. La víctima no falleció de repente sino que ocurrió cinco horas después de ser trasladado al hospital Clínico.


La Policía informó de que el sospechoso del homicidio ya tenía antecedentes penales por malos tratos, lesiones y robo. En una de sus detenciones se enfrentó violentamente con un compañero de celda de la comisaría sin motivo.

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