Al final del verano estará prácticamente levantada en la plataforma logística de Zaragoza (Plaza) la nueva fábrica de Pikolin y en octubre comenzará el traslado de la maquinaría para estar plenamente operativa a principios de 2017. Es el calendario que el consejero delegado del grupo aragonés, José Antonio González, expuso este jueves en el acto de colocación de primera piedra de las nueva instalaciones. Un acto simbólico ya que tuvo lugar en una carpa a la entrada de las obras bajo una intensa lluvia.

“Hace 45 años la planta de la carretera de Logroño fue todo un hito y ahora el nuevo complejo industrial va a suponer un antes y un después”, dijo, recordando el esfuerzo realizado en estos “duros años” por diversificarse y ganar presencia internacional “siendo líderes en Francia y exportando a Europa, América Latina y con una presencia importante también en Asia”, indicó.

La inversión de más de 50 millones de euros en esta nueva fábrica, de 86.000 metros cuadrados, más los 32.000 de almacén logístico, ya en funcionamiento desde 2011, permitirán construir, según González, un moderno complejo industrial para ganar en productividad y flexibilidad e incorporar una nueva nave para fabricar espuma de poliuretano no solo para abastecer los colchones hechos en la capital aragonesa sino también algunos de las fábricas francesas que tiene el grupo. La ubicación en Plaza posibilitará también unas "inmejorables condiciones logísticas" para la salida de los colchones dado el fácil acceso al ferrocarril, el aeropuerto, las autovías y el Puerto Seco.

Alfonso Solans, presidente del grupo, destacó que Plaza será el cuarto emplazamiento que ocupará el negocio que creó su padre. “En 1948 estábamos en la calle Santiago Lapuente, en el Arrabal. Luego, pasamos a la antigua calle Puente del Pilar, que gracias al Ayuntamiento lleva el nombre de mi padre y posteriormente el desarrollo urbanístico de la ciudad nos obligó a salir de allí para ir a carretera de Logroño y ahora estamos aquí con un gran proyecto industrial, abanderado ya por la tercera generación”.

Y es que en el acto de colocación de la primera piedra de la nueva fábrica estuvo uno de sus hijos, Álvaro, mientras que Borja, que lleva más los negocios en el sudeste asiático, no pudo estar presente. Sin embargo, el discurso de Solans estuvo plagado de palabras de agradecimiento a su familia y a la tierra que le vio nacer y con la que reafirmó su compromiso de permanencia. “Estamos en Zaragoza y aquí nos quedaremos”. Pese a los altibajos de la bolsa y la incertidumbre económica, “este nuevo complejo industrial sienta las bases sólidas para permanecer y seguir creciendo y creando empleo aquí”, subrayó. “Somos más internacionales que nunca, pero sin olvidar nuestras raíces”, concluyó, disculpando la presencia de su madre que por razones de edad (“el domingo celebramos su 90 aniversario”) y salud no pudo estar presente.El futuro de la torre de Pikolin

El máximo responsable de esta empresa familiar no olvidó mencionar tampoco el futuro que le depara a la torre de Pikolin. “Seguirá marcando la hora y la temperatura a los visitantes que entran en la ciudad. No se va a mover ni se va tirar” y de hecho, adelantó, se va a convocar un concurso público entre escultores aragoneses para que hagan otra torre similar para la nueva fábrica en Plaza. Tendiendo la mano a las distintas administraciones, Solans brindó un sincero agradecimiento al equipo directivo de Pikolin y a sus empleados por haber hecho posible con su trabajo el desarrollo de este negocio desde el año 48.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, por su parte, agradeció a la familia Soláns su apuesta por mantener la fábrica en Zaragoza y preservar así el empleo y quiso dejar claro que la economía industrial, frente a la que “ juega al pelotazo y la especulación, “siempre tendrán apoyo municipal”. En este sentido, llamó a todos los empresarios a invertir más en innovación y desarrollo, para conseguir que "todos esos jóvenes extraordinariamente formados no abandone el país o puedan volver”, para que sea en su lugar de nacimiento donde desarrollen sus capacidades.

Aunque el primer edil evitó en sus palabras mencionar porque sigue bloqueado el proyecto de Torre Village, el outlet de primeras marcas que el grupo Pikolin quiere crear en las instalaciones de la antigua fábrica, en carretera de Logroño, una vez esté operativa la de Plaza, sí lo hizo, el presidente del Gobierno de Aragón Javier Lambán al cerrar el turno de intervenciones. “Los empresarios deben encontrar en los políticos y en la Administración un socio y no un handicap, crearles un entorno favorable y librarles de obstáculos” en alusión a la intención de “este genio empresarial”, señaló refiriéndose a Solans que “ya tiene previsto crear un out let, palabra de reciente aprendizaje para mí y que significa crear un centro de moda democrática de calidad para convertir a Zaragoza en referente del norte de España”.

Y agradeciendo doblemente a Solans su apuesta por crear empleo y hacer crecer la economía de la región, reafirmó su compromiso por relanzar y represtigiar Plaza.