Quirón quiere comprar la parcela anexa a La Romareda para levantar un gran hospital
La inversión rondaría los 100 millones y el pago al Ayuntamiento por el suelo municipal, que podría salir a concurso, sufragaría la reforma del estadio. El centro hospitalario tendría unos 40.000 metros cuadrados y se levantaría en la pastilla de usos terciarios entre el campo y la plaza Eduardo Ibarra.
El grupo Quirón Salud pretende levantar en Zaragoza un gran centro hospitalario de alrededor de 40.000 metros cuadrados que duplicaría el espacio actual de sus dos clínicas de la capital aragonesa, y en el que está dispuesto a invertir más de 100 millones de euros, según fuentes conocedoras de la operación. La empresa ha puesto sus ojos en la parcela municipal junto a La Romareda reservada para usos terciarios, cuya calificación permite la construcción de 42.500 metros cuadrados de comercio, oficinas o servicios de otro tipo. Ya ha mantenido varios contactos con el Ayuntamiento para presentarle el proyecto y comunicarle su intención de optar a un hipotético concurso público de la parcela, si fuera la fórmula elegida por el Consistorio para dar salida al suelo.
Además, el plan pretende vincular el pago por la parcela municipal a la ansiada y necesaria reforma del viejo estadio, o incluso a la construcción de un nuevo campo de fútbol, que se levantaría en esta misma ubicación. Urbanismo tiene que tasar de nuevo el suelo de usos terciarios, pero fuentes consultadas fijaron el valor en una horquilla de entre 30 y 40 millones de euros. Siempre según el proyecto que se está planteando a día de hoy, esa inversión en el suelo revertiría de forma directa en La Romareda.
El grupo Quirón Salud ha decidido apostar con fuerza por este proyecto, debido a que las dimensiones de sus dos centros actuales en Zaragoza en el paseo de Renovales y en la avenida de Gómez Laguna no les permiten crecer. El fondo CVC, propietario del grupo, está incluso dispuesto a iniciar la construcción a la mayor brevedad posible, si así lo permite la tramitación administrativa. Su intención es construir un edificio emblemático con vocación suprarregional, que pueda atraer a pacientes no solo de Aragón, sino también de las comunidades cercanas. La idea es buscar un diseño arquitectónico que aporte un valor añadido al proyecto.
A pesar de que han tenido varios ofrecimientos en otras zonas de la capital aragonesa, el grupo hospitalario se ha fijado en la parcela anexa al campo municipal de La Romareda por situarse en la ciudad consolidada, por su ubicación en el eje del tranvía y por la capacidad del aparcamiento subterráneo de la plaza de Eduardo Ibarra. Además, se levantaría a escasos metros del hospital Miguel Servet y cerca también del hospital Clínico, lo que permitiría completar una importante área sanitaria.Sin límite de alturas
La parcela a la que aspira el grupo Quirón Salud tiene una superficie edificable de 3.128,4 metros cuadrados, y permite construir hasta 42.500 metros cuadrados de "un centro integrado de comercio, oficinas, servicios, usos hoteleros y recreativos", según refleja su calificación urbanística. Esta tiene la singular característica de que no define un número máximo de alturas permitidas. Por lo tanto, el proyecto podría tener un carácter vertical concentrando la edificabilidad en una parte de la parcela o hacer una distribución homogénea, construyendo un bloque más horizontal. De hecho, los dos edificios proyectados hasta ahora para esta pastilla ambos fracasados optaron por soluciones diferentes: el de Cano-Lasso eligió un rascacielos de 161 metros de altura, mientras que Lamela dibujó un inmueble más compacto, de 14 alturas.
Tras unos primeros contactos con el Ayuntamiento de presentación del proyecto, el grupo hospitalario pretende avanzar en las conversaciones para que el Consistorio decida cuál es la mejor fórmula para dar salida a la pastilla. Tratarán de buscar el máximo consenso posible para sacar adelante una operación que requiere de mayoría en el pleno municipal.Recalificación de Renovales
Según fuentes consultadas por este periódico, de conseguir sacar adelante esta operación, el grupo hospitalario buscaría una salida a sus dos centros de la capital aragonesa. Lograría así ahorrarse los gastos que le supone el alquiler de las instalaciones de La Floresta, en la avenida de Gómez Laguna, y buscaría una salida a las instalaciones del paseo de Renovales, junto al Huerva y al parque Grande, que son de su propiedad.
De hecho, en las conversaciones que está manteniendo con el Ayuntamiento de Zaragoza, el grupo Quirón Salud también ha planteado la posibilidad de recalificar estas instalaciones para permitir darle unos usos residenciales. Aunque esta modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no estaría vinculada directamente con la operación de La Romareda, sí podría favorecerla.
