Las fiestas de San Roque en Calatayud volverán a tener, por segundo año consecutivo, cinco días de duración. De esta manera, en 2018, las 10 peñas de la ciudad comenzarán los festejos el martes 14 de agosto en la plaza del Mercado, con el chupinazo, y prolongarán la fiesta hasta el sábado 18, con la traca final.

Así se decidió por mayoría en la Asamblea de Interpeñas que se celebró a principios de semana y en la que también se optó por suprimir, para el próximo año, el tradicional Vino de Honor. Este acto ha servido en las últimas décadas para presentar los locales y ofrecer las primeras actuaciones: una especie de jornada de puertas abiertas.

Respecto a estas decisiones, el presidente de Interpeñas, Francisco Herrero, explicó que "se ha considerado que la mejor alternativa era alargar el programa de fiestas hasta el día 18, para coger la segunda quincena de agosto, el día de fiesta nacional (15 de agosto) y llegar hasta el fin de semana".

En este sentido, el máximo responsable recordaba que "en 2012, cuando las fiestas cayeron entre semana, perdimos cerca de 1.000 peñistas inscritos y no deseamos que este hecho se repita".

Asimismo, Herrero explicó que prescindir del Vino de Honor para 2018 se ha decidido "teniendo en cuenta el gasto que supone para las peñas y para los peñistas". Aunque hasta ahora, lo habitual era que las fiestas finalizaran el 16, día de San Roque, echando la vista atrás ha sido también frecuente que los festejos se hayan prolongado hasta el día 17 e incluso hasta el 18 (la última vez en 1984). Ese año, las celebraciones también se extendieron del 14 al 18 de agosto, e incluso hubo Vino de Honor.