Los más pequeños protagonizaron ayer la jornada festiva en Castiliscar. Después de almorzar un chocolate, no lo pensaron dos veces a la hora de disfrutar del tobogán acuático y de la fiesta de la espuma en la calle de la Fuente.

Por la tarde, las actividades refrescantes dejaron paso a la Ruta del Vino. "Casi todo el pueblo se disfraza y participa en el recorrido que se hace por todas las peñas y que se alarga durante varias horas", explica el concejal de Cultura, José Juan Arcéiz. Las peñas –hay más de una docena en esta población– "son fundamentales en la celebración de estas fiestas, que no podrían entenderse sin la programación de sus encierros". Es el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Festejos, el encargado de la organización de las fiestas, este año con la colaboración de los quintos a los que se impuso una banda en el acto del chupinazo. El Canto de la Aurora que se celebró el domingo en la jornada dedicada a la Virgen del Rosario es una de las tradiciones que se guardan con mimo en Castiliscar.

La población termina hoy las fiestas que se celebran desde el sábado. Un almuerzo popular a las 10.00 servirá para recobrar fuerzas después de tres jornadas que se han vivido con intensidad. A las 11.30 se han programado novillas en la plaza. Para la tarde hay un café concierto con la orquesta Tarantella, vaquillas desde las 18.30 por las calles y posteriormente en la plaza. El ‘Pobre de mí’, con la charanga, sonará a partir de la medianoche, aunque los vecinos podrán despedirse de las fiestas con un verbena que comenzará a continuación.