El centro canino Usurbe, localizado en Movera, lleva activo desde 1981 y es uno de los más antiguos de España. Ofrece servicios de residencia canina, adiestramiento y venta de complementos pero José Ignacio Aguinaga, su propietario, señala que hay algo que los hace diferentes al resto de centros del país: Usurbe es el único criadero oficial de España de una línea de perros muy específica y anhelada por las fuerzas de seguridad de multitud de países. Se trata del pastor alemán DDR y destaca, sobre todo, por su gran capacidad olfativa y sus dotes para la detección de drogas, explosivos y personas. Es característico, también, por sus colores, pues no responde en absoluto a lo que conocemos hoy en día en España como el típico pastor alemán.

Aguinaga explica que estos perros no se llegaron a conocer a fondo hasta la caída del muro de Berlín. Los criaba mediante criterios de selección muy duros la Alemania comunista (Deutsche Demokratische Republick, de ahí sus siglas) para destinarlos al control de sus fronteras y así amedrentar y capturar a cualquier persona que intentase cruzar de forma ilegal.

"Se desarrolló una línea de perros muy fuertes, sanos, resistentes y longevos -cuenta el criador zaragozano-. Al caer el muro, el ejército americano se dio cuenta y compró cientos de ellos, hasta el punto de casi vaciar Alemania", relata Aguinaga. A raíz de aquel 'saqueo', surgieron tanto en Alemania como en otros países europeos algunos criaderos que pretendían recuperar aquella línea. Fue en 1991 cuando el centro canino Usurbe consiguió hacerse, por medio de una subasta celebrada en Madrid, con Artoil Vom Haus Schindler, su primer perro de línea pura DDR.

Al poco tiempo y tras arduas negociaciones con centros alemanes especializados, Aguinaga consiguió una hembra Vom Haus Iris (de la casa Iris) y empezó a criar sus propias camadas. "Llevamos a la hembra una vez al año a Alemania para juntarla con un macho de la casa Iris, el criadero más famoso del mundo, y cada vez salen camadas más fuertes", comenta el zaragozano. Los miembros de cada nueva camada reciben nombres con la misma letra del abecedario y en estos momentos cogen fuerzas en el criadero unos cuantos hermanos de apenas 34 días a los que les ha tocado la efe. Estos son hijos de Cosie de Usurbe (la madre) y Queno Vom Haus Iris (el padre alemán). Se suelen vender a los dos meses de vida por precios cercanos a los mil euros y Aguinaga asegura que ya ha recibido correos procedentes hasta de fuerzas de seguridad de los Estados Unidos.

"Yo siempre les pido un email en el que me especifiquen para qué quieren al perro exactamente, qué labores necesitan que realice y qué características quieren porque a las pocas semanas de vida ya se puede saber el carácter y las aptitudes que puede tener cada animal", asegura convencido el criador. Hace poco, por ejemplo, vendió dos cachorros al Ejército y a la Policía de la República Dominicana y en enero de este año recibió un correo informándole de que uno de ellos, Deco de Usurbe, ya ha conseguido superar el curso que lo acredita como perro detector de explosivos en la policía del país. Tal ha sido el grado de satisfacción de las instituciones dominicanas que, si todo sale según lo acordado hasta ahora, una de las cachorras de la camada actual (los de la F) también va a ser seleccionada para su uso en detección de explosivos en el Ejército de la República Dominicana.

Estos perros tienen fama de una gran capacidad olfativa y por ello se convierten en una inestimable ayuda en la detección o localización de personas o de todo tipo de sustancias. "En el ejército y la policía de Estados Unidos las plantillas de las unidades caninas son exclusivamente DDR y aquí la Guardia Civil, la Ertzaintza y Protección Civil también han comprado alguno a través de subastas", cuenta Aguinaga. Sin embargo, el centro Usurbe también vende sus cachorros a particulares que necesitan compañeros con cualidades muy concretas. Por ejemplo vigilantes de seguridad o personas que necesitan proteger una propiedad.