El campo de maniobras de San Gregorio suma 53 incendios en una década

El pasado 21 de agosto se declaró un incendio en el campo de maniobras y tiro de San Gregorio, en Zaragoza, en el que se calcinaron al menos 114 hectáreas. Las causas de este fuego, el último de una larga lista en la instalación militar, no han sido determinadas todavía, si bien existe una investigación en curso realizada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza de la que se desconocen las conclusiones, según reconoce el Gobierno central en una respuesta por escrito a una pregunta que la diputada socialista Susana Sumelzo registró el pasado mes de septiembre.

El Ejecutivo cifra en el escrito el número de siniestros ocurridos entre 2006 y 2016 en el citado espacio, un total de 53, y la extensión de terreno afectada en el mismo período: 7.656,5 hectáreas. El año con más afecciones fue 2011, cuando hubo once incendios, seguido por 2013, cuando se registraron diez, y 2007, año en el que se produjeron siete. El peor de los sucesos, sin embargo, tuvo lugar en 2009, cuando en el segundo de sus seis incendios las llamas arrasaron 4.000 hectáreas. El segundo siniestro de mayor tamaño (400 hectáreas) fue en 2015.

Entre todos estos fuegos cabe distinguir entre los provocados de forma directa por las maniobras militares y los ejercicios de tiro y los que derivan de causas naturales o desconocidas. La acción de los soldados, según el escrito del Estado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, ha originado 36 de ellos, mientras los 17 restantes no tienen un inicio claro.

En el documento, el Ejecutivo explica las medidas de seguridad que se aplican. En la revisión de un plan técnico de Defensa, aprobado en 2014 por el entonces Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y que tiene un periodo de validez de diez años, se obliga a la realización anual de acciones de "habilitación y mantenimiento de selvicultura preventiva". Esto es, hacer cortafuegos, quemas controladas y desbroces y mantener limpias las infraestructuras viarias e hídricas (balsas, albercas, depósitos...).

También contempla el cuidado de sistemas de detección y alerta (torres de vigilancia, cámaras de circuito cerrado o estaciones meteorológicas) y de extinción.

Defensa, asimismo, contempla la elaboración, cada año, de “un procedimiento específico para la campaña estival”, que “se aprueba a principios de junio y se ejecuta entre el 15 de junio y el 30 de septiembre de cada año”. Este procedimiento específico comprende, en líneas generales, la generación de un dispositivo especial y el refuerzo de las medidas de control y seguridad ordinarias del centro.

En su pregunta, Sumelzo cuestiona si existen convenios de colaboración o coordinación con la DPZ y los municipios de Zaragoza, Villanueva de Gállego, Zuera y Castejón de Valdejasa, a lo que Defensa responde negativamente. “La coordinación de las emergencias por incendio forestal se realiza a través del Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Aragón, empleando los procedimientos de comunicación y coordinación ordinarios a disposición de cualquier ente público o privado del territorio aragonés”, explican en el texto.

Los medios de los que dispone el Ministerio de Defensa para actuar contra los incendios en el Campo de San Gregorio son los propios del centro: tres retenes con tres autobombas, vehículos todoterreno y material ligero, dos patrullas de seguridad y dos patrullas de vigilancia. También participa en estas labores un retén por cada unidad usuaria que realice ejercicios de tiro, dotado de medios básicos de extinción. Asimismo, la UME participa en los trabajos de extinción si resulta necesario.

Maniobras prohibidas en julio y agosto

Una directiva de 2010 del Ministerio de Defensa impide realizar, entre el 15 de junio y el 30 de septiembre de cada año, ejercicios de tiro con municiones no inertes y desactivaciones de artefactos explosivos susceptibles de provocar incendios. Esta restricción solo se exceptúa para aquellas actividades de instrucción y tiro imprescindibles para la preparación de contingentes que deban desplazarse en esas fechas a una zona de operaciones. Estas excepciones deben ser expresamente autorizada, caso por caso, por el Estado Mayor del Ejército, y la UME debe estar siempre alertada.

Esta prohibición, apunta Defensa, “está incluida en la normativa del Centro y es complementada con otras restricciones específicas para determinadas zonas del Campo por las que se amplía la ventana (de 1 de mayo a 30 de septiembre) o la dirección de tiro, el sistema de armas o la munición a emplear. Como resultado de las restricciones impuestas, habitualmente las unidades no realizan actividades de instrucción y adiestramiento en el Cenad de San Gregorio durante los meses de julio y agosto”.