El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, ha visitado las obras de mejora de la estructura del firme en la carretera A-220 entre La Almunia de Doña Godina y Cariñena. En esta obra se ha aplicado, por primera vez, una nueva técnica de reciclado del firme 'in situ' con emulsión.

José Luis Soro ha señalado que “es una opción muy ventajosa porque aprovechamos los materiales del firme existente de manera que ahorramos material y evitamos el transporte del material viejo”. Se trata de una obra pionera a nivel estatal que ha dado muy buenos resultados.

La utilización de esta técnica supone un ahorro del 20% en los costes que hubiesen supuesto rehabilitar el firme con técnicas tradiciones de fresado y reposición con mezcla bituminosa en caliente. Soro señala que “se estima un ahorro total en torno a los 700.000 euros pero, además, se reduce en casi un 50% el coste medioambiental”. Los resultados de esta técnica en cuanto a resistencia y curado de la capa reciclada han sido excelentes.

Para José Luis Soro esta actuación mejorará la seguridad vial en una vía que cuenta con una intensidad media diaria de las más altas de la red autonómica. Según los datos de 2012, se registran 5.043 vehículos de lo que un 24% son pesados. Con esta actuación se eliminan las roderas existentes y el firme cuarteado.

Sobre el tramo reciclado se han extendido dos capas más de mezcla bituminosa en caliente, la primera de 6 centímetros y la segunda de 4 centímetros. En estos momentos, se está extendiendo la segunda capa y, tras estos trabajos, se procederá a instalar y marcar la señalización y la barrera de seguridad. Se confía en que los trabajos concluyan en este mes de octubre.

Reciclado 'in situ'

La actuación de reciclado se ha aplicado en una superficie total de 120.000 m2 y constituye una opción medioambientalmente ventajosa frente a la técnica tradicional de fresado, transporte a gestor autorizado y reposición de la capa fresada con mezcla bituminosa en caliente procedente de central, ya que supone el aprovechamiento integral de los materiales envejecidos que componen el firme existente, con el consecuente ahorro en materiales y costes de transporte, la reducción del deterioro de otras carreteras al disminuir notablemente las toneladas necesarias de mezcla bituminosa en caliente para la rehabilitación del firme, la disminución de gases que contribuyen al efecto invernadero y la valorización del firme existente a través de su reciclado.