La localidad de Azuara ha inaugurado la mañana de este jueves la rehabilitación del edificio de la antigua capilla de San Juan, que será acondicionado para acoger el museo del yacimiento de la villa romana de La Malena.

La Diputación de Zaragoza ha financiado las obras de este proyecto -que se ha ejecutado bajo la dirección del arquitecto Fernando Alegre-, con la aportación de unos 440.000 euros durante los últimos años a través de varios planes: PIEL, Bienes Inmuebles, Equipamiento Social y, las ya suprimidas, Ayudas de Presidencia.

El presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, ha reconocido durante la presentación de las obras realizadas que esta actuación ha sido una apuesta del alcalde de la localidad, Joaquín Alconchel, para entrelazar el pasado romano y medieval de la villa con el presente y su futuro.

Azuara conserva los mosaicos romanos más importantes del nordeste peninsular y que están declarados Bien de Interés Cultural. De ahí que su alcalde haya insistido en la necesidad de poner en valor su patrimonio, algo que es clamor para los vecinos del municipio.

Sánchez Quero ha destacado que “entre los devastadores efectos de la despoblación se encuentra también la pérdida y el olvido de nuestro patrimonio, que pueden y deben ser una fuente de riqueza y turismo para el territorio”. Por ello, ha insistido en que la Diputación de Zaragoza, dentro de los planes y servicios que presta a los ayuntamientos, debe preocuparse por la recuperación de espacios como este permiten mantener y gestionar el patrimonio local para evitar que permanezca oculto o que sea trasladado fuera.

El futuro museo tiene precisamente ese objetivo, acoger las piezas de la villa romana de La Malena que se encuentran actualmente dispersas. Un primer paso para poner en valor este yacimiento, cuyos mosaicos, descubiertos hace ya 30 años por parte de un agricultor de Azuara, José Román Roche, llevan 20 años enterrados para evitar su deterioro. “Estoy convencido de que la rehabilitación de este edificio va a suponer un punto de inflexión en el futuro de la villa de Azuara y del Campo de Belchite”, concluyó.

Azuara forma junto a Fuendetodos y el pueblo viejo de Belchite un triángulo cultural de primer orden que si se pone en valor, puede a convertirse en un motor de desarrollo del entorno.