Toreros del recorte y también desde la barrera

El recorrido del encierro se llenó de público aficionado a las vaquillas con ganas de aplaudir las buenas faenas.

Carlos Tejero, capote en mano, junto a Astrid Pérez y otros amigos.
Carlos Tejero, capote en mano, junto a Astrid Pérez y otros amigos.
Raquel Labodía

Hay toreros profesionales, de los que visten de traje de luces y cortan orejas; amateur, de los que disfrutan haciendo quiebros a las vaquillas; de barrera, los que citan a la res pero sin salir del burladero; los que solo asisten como público... Aficionados a los encierros hay de muchos tipos y en Utebo, como en todos los pueblos, no faltan. El recorrido de la avenida de Zaragoza se llenó ayer para disfrutar de una mañana de vaquillas.


Había más público para aplaudir que faenas para ovacionar, pero ahí estaba David Ferrer, de 24 años, para romper la norma. Un camarero de profesión, pero torero de vocación. Uno de esos que disfrutan haciendo recortes. Y los hizo. Y consiguió aplausos.


"Las vaquillas me han gustado siempre, desde pequeño", decía, mientras contaba que en cuanto el sábado salió de trabajar se fue a Utebo para disfrutar de las fiestas con unos amigos. "He participado incluso en algún concurso de recortes", añadía, aunque en esta ocasión prefería no arriesgar mucho porque todavía no se había echado a dormir y sus reflejos no estaba al cien por cien. "No estoy para muchas entrevistas", reconocía entre risas.


Al otro lado de la calle, Carlos Tejero sujetaba un improvisado capote. También aficionado a las vaquillas, pero ahora ya desde la barrera. Carlos citaba a la res de forma incesante mientras explicaba que es miembro de la peña La Solera y que el sábado por la noche habían colaborado con el Ayuntamiento haciendo melocotón con vino para todos los vecinos. "Utilizamos cien litros de vino", y seguía detallando los ingredientes utilizados. Ser peñista y aficionado a las vaquillas obliga a restar tiempo para el descanso. De hecho, Carlos apenas había dormido porque habían madrugado para preparar un contundente almuerzo a base de pollo a la cerveza.


Cuando la res embestía contra la valla, Carlos y otros amigos y familiares que disfrutaban desde la misma barrera recordaban años atrás cuando no había rejas en su patio y la afición de unos y otros consistía en meter a la vaquilla a sus patios. "Luego, a veces era difícil sacarlas y la vaca acababa hasta subida en el leñero", contaba Carlos.


Junto a él estaba Astrid Pérez. Recién llegada de Galicia para visitar a unos amigos, Astrid estaba muy sorprendida con las vaquillas y el concepto peñista. "En Galicia, vacas hay muchas, pero pastando y de las de leche y carne", contaba, mientras explicaba que su visita a Utebo guarda relación con un viaje a Estados Unidos en los que conoció a un zaragozano y una utebera que son sus anfitriones. "Estoy alucinada con el concepto peña porque en Galicia no existen. Me gusta y me sorprende cómo lo tienen organizado", añadía, mientras disfrutaba también desde la barrera.


Los aficionados a las vaquillas tendrán hoy otra oportunidad de ver encierros. Y para los que no les gusten los astados, podrán aprovechar para disfrutar de un amplio programa de actividades, entre las que están espectáculos infantiles, un torneo de mus, juegos para peñistas, música o concursos de todo tipo. Porque en Utebo todavía queda programación para rato.

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