La Guardia Civil de Zaragoza ha detectado en lo que va de mes, un incremento de llamadas telefónicas en las que el interlocutor comunica a la víctima haber secuestrado a un familiar, exigiéndole, en todos los casos, 10.000 euros a cambio de su liberación.

Desde principios del mes de julio se han formulado un total de 6 denuncias, por este tipo de hechos, en la Comandancia de Zaragoza. En la provincia, se han realizado estas llamadas a ciudadanos de las localidades de Utebo, Tarazona, Alhama de Aragón y Los Fallos.

Las llamadas generalmente se efectúan desde teléfonos con prefijo de Chile e incluso desde números ocultos, eligiendo las víctimas al azar.

Los delincuentes, a fin de aumentar la angustia de su interlocutor y conseguir más rápidamente el rescate, fingen la voz de la persona que dicen tener retenida, dando gritos de auxilio, con voz temblorosa, etc., solicitando el pago del rescate para su liberación a través de empresas de envío de dinero.

En caso de que cualquier ciudadano haya sido, o pueda ser víctima de una extorsión o estafa de este tipo, se recomienda mantener la calma y seguir las pautas marcadas en el siguiente decálogo, confeccionado por expertos del Equipo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa del Cuerpo:

-Mucha precaución con llamadas entrantes con prefijos desconocidos o numeración oculta.

-Una vez atendida una llamada extorsiva, mantener en todo momento calma y serenidad.

-Escuchar y dejar hablar a nuestro interlocutor, grabando la conversación si es posible.

-No facilitar nunca durante la llamada datos personales, familiares, de ubicación o de contacto.

-Dejar siempre una línea de telefonía libre para intentar localizar a la supuesta víctima y/o avisar a la Guardia Civil, simultáneamente.

-Intentar realizar alguna pregunta muy personal de la víctima que le permita, en base a la contestación, concluir que es un falso secuestro.

-No efectuar nunca por nuestra cuenta pagos monetarios o entregas de efectos de valor requeridos por el extorsionador.

-No dudar en cortar la comunicación. Posiblemente desistirán y buscarán otra posible víctima.

-Escribir inmediatamente todo lo que se recuerde y denunciar siempre los hechos a la Guardia Civil.

-Controlar los datos volcados en las redes sociales y evitar encuestas en las que se pregunte por datos personales. Estos datos pueden ser utilizados por los criminales para hacernos creer que se trata de un secuestro real.