El retablo de la Virgen del Rosario de Langa del Castillo, un conjunto de estilo romanista realizado a principios del siglo XVII, lucirá a partir de ahora un aspecto remozado gracias a la restauración integral llevada a cabo por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ).

El retablo, que puede contemplarse en una de las capillas de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Langa del Castillo, es una obra de dimensiones medias y estructura sencilla en la que destacan la talla exenta de la Virgen del Rosario y otras esculturas que representan El Calvario y a San José con el Niño.

"De calidad muy notable", según los técnicos, el retablo cuenta con mazonería de los ensambladores bilbilitanos Jaime Mañola y Antonio Bastida, tal como han revelado las investigaciones del profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Jesús Criado.

Estas investigaciones de Criado apuntan también a que las esculturas son obra del imaginero Francisco del Condado, que ya trabajó con Viñola y Bastida en otras localidades como Monterde, Montón o Gotor.

Antes de la intervención, el retablo, que fue construido hacia el año 1630, presentaba numerosos problemas de conservación: vencimiento hacia atrás de la calle izquierda, ataque de insectos, grietas y agujeros, quemaduras, desgastes en los dorados de la mazonería, oxidación del barniz original, acumulación de polvo...

Asimismo, los rostros de ciertos personajes también habían sufrido daños intencionados, una muestra de la repulsa de los fieles a determinadas figuras religiosas, que no han sido corregidos por considerar que forman parte de la historia del retablo, informan fuentes de la institución provincial.

La restauración ha respetado, además, el principio de mínima intervención, que requirió el montaje de un sistema de andamios y se realizó tanto in situ como en un taller habilitado en la propia iglesia de San Pedro Apóstol.

La actuación, que ha supuesto un coste total de 22.800 euros, se ha realizado en dos fases a través del plan de restauración de bienes muebles eclesiásticos que la institución provincial convoca cada dos años.

La inversión ha correspondido en un 60 % a la DPZ, en un 20 % al Ayuntamiento de Langa del Castillo y en otro 20 % al Arzobispado de Zaragoza.