Vierlas recupera la calle de La Iglesia

Se han sustituido las antiguas tuberías de
fibrocemento y se ha renovado la pavimentación.

Los trabajadores están finalizando la ejecución de esta primera actuación.
Vierlas recupera la calle de La Iglesia
N. B.

Tras un mes de obras, Vierlas culmina esta semana la intervención en la calle de La Iglesia para renovar la red de abastecimiento y saneamiento, así como la pavimentación. Se trata de una primera fase que ha supuesto una inversión de 50.000 euros, pero el Ayuntamiento se ha propuesto actuar en esta y otras vías del pueblo, ya que las tuberías cuentan con medio siglo de antigüedad.


“Es una de las calles más largas que hay y la haremos por fases. Hace cincuenta años que están hechas las conducciones de agua potable y de saneamiento y no se han tocado nunca, salvo cuando ha habido alguna avería”, recuerda el alcalde, Pedro José Resano.


Se ha actuado en primer lugar en la calle de la Iglesia, ya que por ella pasa la tubería que abastece a los dos depósitos de agua situados en la parte alta del pueblo. Es de fibrocemento, y tiene fugas, había pequeñas roturas con cierta frecuencia, aunque nunca se ha producido una gran avería. Además, existe mucha cal y algunas llaves de paso no funcionaban.


Este pequeño municipio de la comarca de Tarazona y el Moncayo coge el agua para los depósitos de un manantial, y en ocasiones ésta escasea. De hecho los bomberos han tenido que acudir al municipio para suministrar agua a los vecinos en más de una ocasión. Cuando las tuberías llevan poca agua, cogen aire, y es lo que, unido al antiguo material de fibrocemento, provoca las roturas.


Tras cubrir otras necesidades importantes para el pueblo en los últimos años, ahora el Ayuntamiento se marca como objetivo renovar la totalidad de la red. “El año pasado se actuó de urgencia en un tramo de la calle Las Eras que estaba hundido, y resultaba peligroso, y ahora ha sido el turno de una primera fase en la calle de La Iglesia”, dice Resano.

Las tuberías de Vierlas son las mismas que se colocaron en el pueblo hace medio siglo, cuando el agua de boca llegó por primera vez a todas las casas. “Una empresa realizó esta intervención, pero fueron los propios vecinos quienes trabajaron en la pavimentación de las calles”, explica el primer edil. Cada día un grupo diferente de vecinos ayudaba a los albañiles, así el Consistorio aportó los materiales del pavimento y los vierleros, parte de la mano de obra.

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