JUICIO POR EL CRIMEN DE FAGO

Una testigo dice que en el bar de Fago hubo "jolgorio" y "alegría" tras la muerte del alcalde

La ex alcaldesa de Castiello de Jaca, Esther Franco, ha confirmado en la cuarta sesión del juicio por el asesinato del alcalde de Fago que se celebra en la Audiencia Provincial, que tras conocerse la noticia de la muerte de Miguel Grima en el bar de Fago hubo "jolgorio" y "alegría".


El abogado de la acusación particular, Enrique Trebolle, preguntó a la testigo si es cierto que cuando se supo que se había encontrado el cadáver de Grima escuchó a alguna persona, que salió del bar de Fago, animar a los que se encontraban fuera para que entrasen utilizando expresiones como "venid, hay algo bueno que celebrar". A lo que la testigo dijo que sí. Aclaró que "no puedo decir quién era esa persona, porque estaba fuera de la casa rural de Miguel, que está detrás del bar, donde había alegría y jolgorio, mientras que en el resto del pueblo había tristeza".


La testigo confirmó, por otra parte, que el alcalde Fago había denunciado que temía por su vida y que en el último año le había comentado a ella esta situación en un par de ocasiones.


Esther Franco también estuvo presente en la reunión de alcaldes de la Comarca de la Jacetania que se celebró en Jaca el 12 de enero de 2007, y a la que asistió Grima, asesinado horas después cuando regresaba a su casa. La ex alcaldesa dijo que esta reunión es un pleno anual de alcaldes de la comarca, en la que no hubo "conflictos" y en la que "Miguel estuvo muy participativo, como siempre".


Franco apuntó además que la reunión se convocó esa misma semana, cree recordar que tres días antes del asesinato, vía fax, "aunque no era habitual convocar la reunión para un viernes".


Por otra parte, también ha declarado un vecino del pueblo, Sergio Barcos, quien habló de "un grupo opositor" al alcalde "que no era del pueblo", entre los que se encontraba el médico Iñaki Bidegain, quien en la noche de autos se cruzó en la carretera con el asesino de Miguel Grima.