POLÍTICA HIDRÁULICA

Un informe oficial advierte de los «severos» impactos del embalse de Biscarrués

El Cedex, organismo público, hizo hasta dos documentos sobre el embalse. Uno pide desestimar la obra y otro recomienda subsanar las carencias.

El pasado 12 de enero, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental, Jesús Huertas, viajó a la zona afectada por el embalse para conocer los detalles de la obra.
Un informe oficial advierte de los «severos» impactos del embalse de Biscarrués
HERALDO

Un informe oficial del Cedex (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) detecta numerosas lagunas en el estudio de impacto ambiental del embalse de Biscarrués de 35 hectómetros cúbicos y, aunque no se pronuncia sobre si la declaración debe ser positiva o negativa, recomienda subsanar un largo listado de carencias referidas a los impactos en la flora, la fauna, el tramo fluvial, el paisaje y la economía de la zona.

El informe, no vinculante, lleva fecha del noviembre de 2010 y está firmado por el director del Centro de Estudios del Transporte, Antonio Sánchez Trujillano, y el director del Centro de Estudios Hidrográficos (CEH), Juan Manuel Ruiz García, y rubricado por el director del Cedex, Mariano Navas, del que dependen. Fue la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente la que lo encargó a este organismo autónomo adscrito orgánicamente al Ministerio de Fomento y funcionalmente dependiente de Fomento y de Medio Ambiente.

Este documento es el segundo que elaboró el Cedex. Medio año antes, en abril, uno de sus técnicos, el ingeniero de Montes Juan Manuel Valero, realizó otro en términos demoledores en el que proponía desestimar el proyecto «por presentar impactos ambientales críticos, no estar adecuadamente justificado, carecer de una verdadera evaluación de alternativas y no demostrar que salvaguarde los intereses generales». Según Varela, las carencias son tan importantes que no pueden solventarse con documentación adicional y se requeriría partir de cero.

Filtración al Ayuntamiento

Pero el informe no fue rubricado por el director del Cedex y no tuvo la consideración de oficial. Se incorporó a la Declaración de Impacto de Biscarrués (DIA) porque lo aportó el Ayuntamiento de la localidad, que lo consiguió a través de una filtración y ayer lo hizo público.

El Cedex encargó un segundo estudio que ya no se pronuncia sobre si la DIA debe ser positiva o no pero que también advierte de que buena parte de los impactos del embalse están conceptuados como «severos y críticos» por la ley, «sin que sea posible paliarlos eficazmente con medidas protectoras, correctoras y ni siquiera compensatorias y sin que el estudio de impacto ambiental aporte medidas para eliminarlos, atenuarlos o mitigarlos». Por tanto, asumir estos impactos sociales y ambientales exige, dice, una sólida justificación de la necesidad del proyecto y de su interés general, «ya que los impactos generados también afectan al interés general». Limitar la justificación del proyecto a conseguir un volumen de agua prefijado no es, añade, «ni válido ni aceptable» para asumir esos efectos, por lo que se necesita un estudio más en profundidad de las necesidades de agua de los regantes o de los ahorros derivados de la modernización de las explotaciones agrarias.

La declaración de impacto ambiental de Biscarrués lleva meses bloqueada en la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental. Tanto Riegos del Alto Aragón, beneficiario de la obra, como el Ayuntamiento de Biscarrués, crítico con la misma, explican el retraso por las opiniones encontradas que hay en el ministerio sobre el proyecto, entre la Secretaría de Estado de Cambio Climático y la de Agua.

El informe oficial del Cedex concluye que la calificación de «moderado» que hace el estudio de impacto, de acuerdo a una puntuación, no se corresponde con el Reglamento de Evaluación de Impacto Ambiental. También discrepa de él en cuanto al efecto beneficioso que tendría la laminación de avenidas ordinarias (una de las justificaciones de la obra), ya que éstas son necesarias para mantener el caudal y los ecosistemas asociados a él.

En tercer lugar, afirma que el estudio analiza únicamente los efectos causados por la construcción de la presa sin abordar otros complementarios, que también son negativos, tales como los accesos, la central eléctrica, los edificios de administración, una línea eléctrica, variantes de carreteras, parque de maquinaria, canteras y el propio vaso del embalse, ya que «producen efectos acumulativos que no se han tenido en cuenta pese a su incidencia».

Tres alternativas

Otro aspecto cuestionado se refiere a las alternativas. La 0 propone no construir el embalse; la 1 recupera el proyecto de 192 hectómetros cúbicos, que obtuvo la DIA positiva en 1999 pero se descartó por su contestación social; la 2 es el embalse de 35 hm3; y la 3, una presa para almacenar 110 hm3, 3 kilómetros aguas arriba de Biscarrués. Según el Cedex, se ha primado la alternativa más idónea desde el punto de vista del promotor, la 2, y se ha obviado el análisis del resto.

En cuanto a las medidas correctoras, no se detalla su presupuesto ni el calendario. Se tratan de manera global, lo que no garantiza su ejecución ni se les da la importancia que deberían tener. El informe de Varela es más tajante y como muestra dice que el presupuesto de la central hidroeléctrica se desglosa en 68 precios para 6 millones de euros. Por el contrario, las actuaciones de corrección ambiental, con 3 millones, se incluyen como una única partida alzada a justificar.

La nutria y el cangrejo

Tampoco se analizan suficientemente, dice el Cedex, datos sobre la fauna. La carencia de estos estudios reviste especial entidad en el caso de la nutria, así como otras especies singulares, como el cangrejo de río autóctono, galápagos o aves. Ni se analizan las consecuencias de la alteración del tramo fluvial, considerado en un estado de conservación «muy bueno». La presa fragmentará el río longitudinalmente, sin proponerse ninguna medida para dar continuidad al corredor biológico. «En la actualidad, la sucesión de presas en el Gállego (La Peña y Ardisa), crea compartimentos estancos y aislados, que afectan drásticamente a su papel como corredor».

Por último, destaca las afecciones al paisaje, que además repercutirán en el uso turístico de la zona, por lo que recomienda un estudio pormenorizado para paliar los efectos de este impacto y pide que se cuantifique la magnitud de la pérdida de empleo y se disponga medidas compensatorias.