El misterio de las pequeñas iglesias del Serrablo

Hace más de mil años, en el entonces condado del Serrablo, se levantó un conjunto de pequeñas iglesias con un estilo artístico singular que pueden conocerse en estas rutas de la comarca del Alto Gállego.

La iglesia de San Juan de Busa, se ubica obre una pradera, de camino a Oliván.
La iglesia de San Juan de Busa, se ubica obre una pradera, de camino a Oliván.
Rafael Gobantes

En la zona del Serrablo, en la comarca de Alto Gállego, se conserva un conjunto de pequeñas iglesias de hace más de mil años, unidas por un estilo arquitectónico cuyo origen no ha sido todavía aclarado por los expertos. Levantadas durante los siglos X y XI, la época en la que el condado del Sobrarbe era un territorio lindante con el dominio musulmán de Huesca, se trata de unas construcciones religiosas de estilo románico en las que se ha querido interpretar también rasgos del arte mozárabe. Su relevancia hizo que en el año 1982 fueran declaradas de Interés Histórico-Artístico.

A la belleza de su arquitectura se une el estar enclavadas en los hermosos paisajes serrableses y constituyen, sin duda, un gran plan para disfrutar de una tarde divertida y agradable después de una mañana de esquí. Por ese motivo, desde el departamento de Turismo del Alto Gállego se ha organizado un calendario de visitas guiadas a tres de las iglesias de este conjunto, que se llevan a cabo los sábado, de 18.00 a 20.00, durante este mes de enero.

El principal ejemplo

Las iglesias seleccionadas para esta ruta son la de San Pedro de Lárrede, San Juan de Busa y San Martín de Oliván. Lárrede es el municipio en el que se inician las visitas. A 20 kilómetros de Sabiñánigo, su iglesia de San Pedro es el ejemplo más señero de todo el conjunto monumental, y la que parece marcar el estilo de todas ellas, al punto de que algunos historiadores interpretan que todas ellas estuvieron construidas por un mismo equipo de constructores, al que se denomina círculo larredense.

La iglesia tiene planta de cruz latina, compuesta por una nave rectangular, con dos brazos a modo de crucero. El ábside es semicircular, una característica compartida por las construcciones de este conjunto monumental. Pero lo que destaca sobre todo en San Pedro es su esbelta torre-campanario, cuyas cuatro caras cuentan con ventanas ajimezadas (es decir, con dos aberturas) y tres pequeños arcos de herradura, completadas con columnas cilíndricas dentro del alfiz.

Sin embargo, a pesar de que la iglesia de San Pedro es la que reúne los elementos principales de este estilo y da la pauta para el resto de construcciones, es la de San Juan de Busa la que ofrece el tipo de ejemplar más común. Se encuentra de camino a Oliván, que constituye el siguiente punto de la ruta. Su ubicación en medio de una pradera hace que ofrezca una estampa de gran belleza. Probablemente fue la iglesia de un nucleo poblacional ya desaparecido.

Una entrada adornada

San Juan de Busa está constituida por una única nave rectangular que concluye en un ábside semicircular, con el que comparte techumbre. El ábside mantiene la tipología del conjunto con un friso de baquetones y cinco arcos ciegos con ventana central. Llama la atención en su fachada principal la cenefa que adorna el arco exterior de la puerta de entrada, en la que puede verse unos caracteres árabes.

San Juan es la más pequeña de las tres iglesias de esta ruta y la única que no cuenta con torre. Sí dispone de torre-campanario el siguiente templo de esta ruta: San Martín, en la localidad de Oliván. La torre responde al modelo original del grupo serrablés, aunque los vanos fueron rehechos, a fin de que pudieran albergar campanas.

Tiene además este templo la singularidad de ser el único con dos naves, si bien la segunda se trata de un añadido del siglo XVII. El edificio original constaba de una sola nave, con ábside semicircular, presentando al exterior friso de baquetones, siete arcos murales y tres ventanas de medio punto.

Reservas

El Área de Turismo de la comarca Alto Gállego realiza durante todo el año visitas guiadas a las iglesias de Serrablo. Las visitas se realizan el sábado por la tarde, en diferentes horarios. Atendiendo a la temporada de esquí, este mes de enero las visitas se realizan de 18.00 a 20.00, pero varía el día y la hora según el calendario (puede consultarse en este enlace.

La ruta comienza en San Pedro de Lárrede, para ver su iglesia y el Centro de Interpretación de Arte Serrablés, que sirve de introducción al recorrido, para entender mejor las características de los templos. Después se visita San Juan de Busa y Oliván (en donde también se muestra una borda típica del Pirineo), para lo que se debe disponer de vehículo propio (10 km de distancia). El precio de la actividad es de 2 euros por persona (menores de 12 años gratis), que se abonarán al guía al comienzo de la actividad. Es posible reservar plaza, hasta 24 horas antes del comienzo de la actividad elegida, en el correo electrónico iglesiasdeserrablo@gmail.com.

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