Un privilegiado observatorio de aves muy cerca de Zaragoza

El invierno es una época dura para las aves. No mueren por el frío, pues la naturaleza les ha equipado bien con sus plumas y plumones, pero sí acecha el riego de morir de hambre, ya que sus fuentes de alimentación habituales escasean. En el galacho de Juslibol, los educadores del centro de visitantes colocan durante estos meses comederos para las aves que, además, permiten al visitante disfrutar de un privilegiado punto de observación para ver aves.

Un pinzón coge una pipa, que comerá en su escondite, en el comedero del Centro de Visitantes del galacho de Juslibol.
Un pinzón coge una pipa, que comerá en su escondite, en el comedero del Centro de Visitantes del galacho de Juslibol.
Ayúa Carreño

El galacho de Juslibol es uno de los espacios naturales que brinda el entorno de Zaragoza que puede visitarse, en fin de semana, durante todo el inverno. Precisamente el frío, la corta duración del día y la escasez de los frutos y los insectos con los que suelen alimentarse hace que esta época sea propicia para que los pequeños pájaros del entorno abandonen sus precauciones habituales y se acerquen a alimentarse a los comederos instalados en el galacho. Uno de ellos se encuentra enfrente del Centro de Visitantes, donde existe un punto de observación que se convierte en un privilegiado mirador donde admirar la variada avifauna de este espacio natural. A través de prismáticos o de un telescopio se pueden observar la llegada de las aves y disfrutar de su visión mientras comen, una oportunidad excepcional ya que se trata de aves esquivas, difíciles de ver paradas en campo abierto.

Pinzones, petirrojos, carboneros, mirlos, herrerillos, acentores… son las especies más habituales que pueden verse, a veces incluso interactuando entre ellas. “Todos los días alimentamos el comedero y se han acostumbrado a venir”, explica Mario Burgui, uno de los dos educadores ambientales del galacho, junto a Vicki, que se ocupan de ‘alimentar’ el comedero. El repertorio de esta peculiar ‘carta’ está compuesto por pipas, mijo, avena, cacahuetes crudos, manzana y pasta de manteca. Esta actividad durará hasta febrero.

También durante estos meses seguirán realizándose los talleres de construcción de cajas nido y de comederos de aves. Se trata de talleres para un máximo de 10 personas, que se realizan en el centro de visitantes que por fin este año ha solucionado una de sus carencias y ya dispone de calefacción. En el centro existe una maqueta sobre el galacho, una exposición y un audiovisual que explica el proceso por el que se formó este espacio y sus valores ambientales.

Al Centro de Visitantes del galacho de Juslibol se llega siguiendo el camino que empieza a la entrada de este espacio protegido. Es un paseo de 20 minutos que nos lleva a este edificio bajo los cortados. Tanto la entrada como la actividad de observación son gratuitas. Horario: el domingo, de 10.30 a 13.30.

Tras una época de escasez, las balsas del galacho han vuelto a llenarse y vuelven a tener el aspecto de siempre. Para conocer bien este espacio natural siguen realizándose visitas guiadas. Más información y reservas en cvgalacho@zaragoza.es y cvgalachojuslibol@gmail.com.

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