Paseo por la recién declarada 'Arboleda singular' de pinar negro de Valdelinares

“En invierno, con los pinos moros cubiertos de nieve helada, este alto lugar de la provincia de Teruel, parece ser el bosque de Santa Claus”.  El Gobierno de Aragón los acaba de incluir en el   Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares.

Bosque de pino negro (Pinus uncinata), en lo alto de la Sierra de Gúdar, en Valdelinares.
Bosque de pino negro (Pinus uncinata), en lo alto de la Sierra de Gúdar, en Valdelinares.
Emili Martínez

Este bosque de pino negro o “moro” (Pinus uncinata) de lo alto de la Sierra de Gúdar, en Valdelinares (Teruel), acaba de ser declarada por el Gobierno de Aragón ‘Arboleda singular’, atendiendo a su peculiaridad, buen estado de conservación y grado de madurez. Queda así incluida en el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Aragón.

Este bosque de pino negro, que por este color en la zona denominaban pino moro, constituye la población más meridional en Europa de ‘Pinus uncinata’, un árbol autóctono adaptado a los rigores del frío, la nieve y la roca de las regiones de alta montaña. La declaración de ‘Arboleda Singular’ incluye 46 hectáreas de superficie forestal de pino moro en los montes de utilidad pública de Valdelinares, situado muy cerca de la estación de esquí. Para conocer mejor este espacio proponemos una ruta que parte precisamente de la estación, y que recoge el naturalista Eduardo Viñuales en su libro ‘Aragón. Ruta por los bosques más bellos’, de la Editorial Sua. El autor explica: "En invierno, con los pinos moros cubiertos de nieve helada, este alto lugar de la provincia de Teruel, parece ser el bosque de Santa Claus”.

La ruta

Desde el aparcamiento de la estación, situados frente a los edificios, tomamos camino hacía el noroeste, en dirección al collado de la Gitana, por la antigua carretera. Al llegar al primer telesilla tenemos que desviarnos junto a un pino moro grueso y mal podad0, por lo que parece un pasillo que se abre al paso de un tendido eléctrico que cruza el bosque. Continuamos e dirección noreste, paralelos a la carretera, y nos encontraremos una zona de ejemplares achaparrados, que en la zona llaman nogueras. Algunos de estos árboles que nos vamos encontrando podrían tener fácilmente 400 años, lo que tiene mayor mérito si pensamos que se desarrollan en condiciones climática muy adversas, y, por tanto, con un corto periodo vegetativo. Junto a ellos, formando un sotobosque, aparecen también ejemplares más jóvenes.

Por encima de la vieja carretera vamos siguiendo unas manchas de pintura roja, hasta bajar a la misma y alcanzar la caseta alta del nuevo telesilla de Valdelinares. Tras disfrutar de una buena vista del pueblo de Valdelinares, el más alto de España, a 1.693 m.- tenemos que bajar junto a la telesilla y llegar ahora a un telearrastre contiguo –a la derecha-, en cuya cabecera giraremos para internarnos por un pinar adulto orientado al norte. Sin marcas ni señales, seguimos por la curva de nivel, avanzando por un sector forestal sin senda definida, monte a través, y cruzamos perpendicularmente dos antiguas pistas de esquí.

Cruzamos la pista de esquí central –que también baja a la cafetería Cabaña 1900- y así entramos en el sector de pino moro más esbelto y maduro de Valdelinares, puesto que no ha sufrido cortas en más de cien años y cuenta así con ejemplares de hasta 20 m de alto y 60 cm de grosor en el tronco. La zona, umbría, es buena para encontrar setas.

Sin llegar a la siguiente pista de esquí, proponemos afrontar de manera directa la pendiente de subida, ladera arriba para de esta forma retornar a los edificios contiguos de la estación de Valdelinares. En aproximadamente una hora habremos completado un recorrido que nos habrá permitido conocer esta singular masa boscosa y con un poco de suerte nos habremos ‘tropezado’ con su fauna característica: aves como el piquituerto, trepador azul, herrerillo capuchino, además de liebres, corzos, ardilla y zorros. 

La inclusión de este espacio en Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Aragón, supone dotarlo de una figura jurídica que servirá para proteger este espacio, que ya se encontraba presente en la Red Natura 2000, y sobre el que se ha detectado la amenaza del cambio climático y los usos urbanísticos de su entorno.

Ruta extraída del libro 'Aragón. Rutas por los bosques más bellos', de Eduardo Viñuales. Editorial Sua (2017). El autor presentará el libro en La Tertulia de L'Aldaba, el próximo 14 de diciembre, a las 20.30 h.

Más noticias en Unpaisdemontañas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión