¿Quieres conocer el bosque de madroños del camino a Agüero?

Este poco conocido bosque de La Hoya de Huesca, un destino ideal para el otoño, podrá recorrerse en una visita guiada organizada para el próximo 28 de octubre por la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos.

La localidad de Agüero, en La Hoya de Huesca, conocida sobre todo por sus mallos.
La localidad de Agüero, en La Hoya de Huesca, conocida sobre todo por sus mallos.
Heraldo de Aragón

Los madroños son una especie poco frecuente en Aragón, ya que su hábitat natural se encuentra más al sur peninsular. Sin embargo, la Comunidad cuenta con algunos ejemplos singulares de esta especie forestal. Uno de ellos se encuentra cerca de Agüero, en la comarca de La Hoya de Huesca. La Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, con la ayuda del área de Deportes de comarca, organiza una excursión desde Santa Eulalia de Gállego, hasta este hermoso enclave para el próximo 28 de octubre. La visita tiene un coste de 6 euros, que se pagan en el momento de la salida, si bien es preciso reservar plaza previamente, en la web de la organización.

La organización destaca que se trata de “un bonito paseo, ideal para realizar en otoño, sin apenas dificultad”. La salida se realizará a las 9.00 de la mañana desde Santa Eulalia de Gállego, en la parada del autobús en la carretera.

Desde ahí, se irá al mirador de San Pedro para tener una bonita panorámica de la zona y a continuación, el sendero coincide con un trozo de La Ruta del Agua que da la oportunidad de ver un curioso sistema de regadío de aprovechamiento del agua de lluvia. Se pasa seguidamente por la fuente y el barranco de Morán hasta llegar a este mismo pueblo, una hermosa localidad con una arquitectura popular muy bien conservada.

Desde ahí la senda asciende a un mirador espectacular sobre La Galliguera-Reino de los Mallos donde se puede admirar todo el Prepirineo y parte del Pirineo. Desde aquí, tras una breve pista comienza el suave descenso por un impresionante bosque de madroños, también conocidos, en aragonés, como Modrolleras o Alborceras.

Se pasa por la vegetación que ha cubierto antiguos bancales trabajados, siguiendo en paralelo al viejo camino, hoy lleno de árboles, hasta llegar a la confluencia de los barrancos de Subién y Artaso. En ese punto, en una leve subida empedrada comienza el camino hasta el impresionante pueblo de Agüero y sus mallos entre vegetación mediterránea: carrascas, coscojas, almendreras, oliveras, etc. Un bonito paseo para recorrer el corazón de un bosque oculto pero vivo que no deja de sorprendernos por sus frutos. Está previsto que la excursión finalice a las 14.30.

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