Desgravaciones y empleo, las 'vacunas' (aún por financiar) contra la despoblación en Teruel

El Informe sobre Despoblación del Senado fue aprobado la semana pasada tras un año de elaboración.

Dos vecinos de Cabolafuente, una de las localidades más afectadas por la despoblación.
Desgravaciones y empleo, las 'vacunas' (aún por financiar) contra la despoblación en Teruel
J.M.

El Senado ya tiene los números y los argumentos para estudiar cuánto puede costar un plan estratégico que luche contra la despoblación.


La semana pasada la Comisión de Entidades Locales del Senado aprobó el informe de la Ponencia sobre despoblación que a lo largo del último año ha ido recopilando y estudiando medidas en pos de encontrar una solución que al menos detenga el problema demográfico que afecta a 17 provincias españolas, pero que muestra su rostro más crudo en Teruel, Cuenca y Soria, triángulo que ya ha sido calificado por algunos académicos como 'Laponia del sur', y que aglutina menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, el estándar que marca la Unión para que un territorio sea reconocido como zona con un problema de despoblación urgente, teniendo acceso a fondos específicos.


El problema reside en que la división territorial que contempla Europa pasa por las Comunidades Autónomas, y Aragón en su conjunto o Castilla y León sobrepasan este baremo de densidad demográfica. Una serie de problemas territoriales y de coordinación a los que se intenta dar solución en el informe de la Ponencia, que enfoca de manera nacional la “enfermedad” de las despoblación.


Para ello, la primera recomendación que propone el informe es que las áreas beneficiadas de posibles facilidades que ayuden a fijar y atraer población cumplan dos requisitos: el primero, haber perdido población desde el año 1950; el segundo, tener una densidad de población inferior a los diez habitantes por kilómetro cuadrado. Un marco que cumplen la inmensa mayoría de las comarcas turolenses, las cuales, en poco más de cincuenta años han visto descender su población en casi un 39%, según se recoge en el mismo documento de la ponencia.


Entre las medidas consensuadas por todos los grupos ponentes se encuentran algunas ya demandadas en reiteradas ocasiones por los alcaldes y plataformas encuadradas en la lucha contra la pérdida de habitantes, como habilitar rebajas fiscales a las empresas que se asienten en estos municipios, reducir las cotizaciones a la seguridad social de sus trabajadores o implementar nuevos focos de empleo en torno al medio ambiente y los recursos naturales.


Unas propuestas que, lógicamente, necesitan financiación, y cuyo próximo paso será ser debatidas en pleno en la Cámara Alta antes de cualquier movimiento que certifique que, todo lo hablado y esgrimido durante la ponencia, pueda acabar en un proyecto de Ley o propuesta con una suma de dinero asignada.Según una de las propuestas, Teruel recibiría unos 15 millones anuales


Entre las propuestas que se han atrevido a traducir a euros sobre cuánto podría costar un sistema de apoyo a los territorios más despoblados se encuentra la formulada por el senador turolense Antonio Arrufat (PSOE), que propone un índice corrector sobre los fondos del estado que contemple esta problemática.


El fondo se establecería según el porcentaje de población perdido en cada provincia desde 1950 (en el caso de Teruel, un 39%, más de 100.000 habitantes) multiplicado por la cantidad “orientativa” de 400.000 euros, lo que daría lugar a un montante anual de 151 millones de euros de los que unos 15,6 acabarían para Teruel.


Con ellos, según la misma propuesta, se “facilitarían a los municipios de menos de 1.000 habitantes recursos económicos que propicien la creación de empleo”, que irían encaminados hacia la sostenibilidad medioambiental, el turismo rural, o la asistencia a domicilio de personas mayores en los pueblos.


Además, la ponencia también contempla otras iniciativas promovidas desde Aragón, como contemplar la 'Serranía Celtibérica' como sistema territorial integrado que gestione de forma conjunta políticas y fondos europeos para luchar contra la despoblación en las zonas más afectadas en este ámbito geográfico de Castilla La Mancha, Castilla León, Comunidad Valenciana, la Rioja y Aragón, una idea que promueve el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, Francisco Burillo.