La DGA frena otro intento de abrir la piscifactoría de Aliaga, acabada en 2004

El Instituto de Gestión Ambiental considera insuficiente la documentación presentada por Cinca Verde e impone al proyecto un proceso de evaluación de impacto ambiental

La piscifactoría, en primer plano, lleva diez años construida y sin entrar en servicio.
La piscifactoría, en primer plano, lleva diez años construida y sin entrar en servicio

El Gobierno aragonés pone reparos a la solicitud para poner en funcionamiento la piscifactoría de la empresa Cinca Verde S. L. en Aliaga, paralizada desde su construcción en 2004. El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) considera insuficiente la documentación aportada y ordena que el proyecto, dada su potencial afección sobre el entorno, se someta a un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).


El consejero delegado de Neoelectra –sociedad matriz de Cinca Verde–, Antonio Cortés, señaló que la empresa "seguirá avanzando en los trámites" de la piscifactoría, aunque reconoció que su viabilidad es dudosa sin la planta de cogeneración eléctrica contigua, actualmente paralizada por el recorte de las primas gubernamentales a la energía procedente de cogeneración.


La plantilla de la central de cogeneración, formada por 14 trabajadores, está actualmente inmersa en un expediente de regulación de empleo. La empresa considera que el recorte de las primas a la producción energética hipoteca la continuidad de la planta de Aliaga y, con ella, el futuro de las dos actividades vinculadas: la producción de gas carbónico para bebidas y la piscifactoría de esturiones.


El alcalde, Sergio Uche, teme que si las primas a la producción eléctrica en plantas de cogeneración no se revisan al alza todo el proyecto de Cinca Verde "se vaya al garete", lo que afectaría a la piscifactoría, construida hace diez años tras una inversión de tres millones de euros pero que no llegó a entrar en servicio. La empresa planteó también, dentro del mismo complejo industrial, construir un invernadero de tomates que también está en el aire.Sin concesión de agua

En el periodo de consultas previas abierto por el Inaga antes de resolver sobre la piscifactoría, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recordó que Cinca Verde "no dispone a fecha actual de ninguna concesión de aguas ni para los usos previstos en primera instancia ni para los cambios propuestos de orientación productiva".


Señala también que las obras ejecutadas junto al río Guadalope no disponen de la "preceptiva" autorización del organismo de cuenca. Concluye que el proyecto puede causar "afecciones significativas sobre el medio hídrico". La Dirección General de Ordenación del Territorio pide, por su parte, más concreción en el proyecto y medidas para rebajar el impacto ambiental.


El Inaga, tras manifestar las carencias del proyecto presentado por Cinca Verde S. L., plantea una larga serie de "cuestiones que deben analizarse con detalle" en la EIA;entre ellas figura dar respuesta a las sugerencias del periodo de consultas, un estudio de viabilidad socioceconómica, un estudio de riesgos naturales y una evaluación de la repercusión sobre los valores de la zona, próxima al Lugar de Interés Comunitario ‘Muelas y estrechos del Guadalope’.


El proyecto de la piscifactoría generó una fuerte controversia desde sus inicios en 2001 entre el Ayuntamiento, partidario del proyecto como estímulo a la economía local, y grupos conservacionistas que alertan del grave impacto ambiental que comportaría.