El festejo de apoyo al joven malherido por una granada vende 1.700 entradas

Alberto Villalba perdió ambas manos al estallar una bomba de la Guerra Civil por accidente.

Los turolenses se volcaron este sábado en apoyo de Alberto Villalba, el joven que perdió ambas manos al explotar accidentalmente una granada de la Guerra Civil el pasado septiembre mientras limpiaba un garaje con su padre, que también resultó herido pero de menos gravedad. El festival organizado en la plaza de toros de Teruel por la empresa gestora del coso, Tauroemoción, con la colaboración desinteresada de toreros, un rejoneador, recortadores y ganaderías de reses bravas, reunió a 1.700 personas. La recaudación, que rondará los 13.000 euros y de la habrá que detraer impuestos y gastos organizativos, se destinará a la adquisición de unas manos robóticas para Alberto.


El gerente de la plaza de toros, Alberto García, calificó la asistencia de «éxito rotundo». Resaltó que el público «se volcó» con el festejo, que registró «muy buen ambiente» tanto en las gradas como en la arena, donde hubo rejoneo, toreo aficionado, recortadores y suelta de vaquillas.


La evolución de Alberto Villalba es favorable, aunque con altibajos, según indicó su madre, Teresa Perales. La mujer explicó que la mejoría de las graves lesiones que sufrió su hijo -la explosión le amputó ambas manos, le inutilizó un ojo y le causó graves quemaduras en la cara- es lenta y «en algunos momentos -reconoció- está bajo de ánimos».


Pilar mostró su «agradecimiento» a los turolenses por sus aportaciones a la adquisición de las prótesis robóticas que devolverán una porción de normalidad a Alberto Villalba. La mitad del importe ha sido ya adelantado a una clínica de Barcelona, que ha tomado las medidas para proceder al acoplamiento de las manos biónicas. La madre explicó que si, una vez completada la rehabilitación de su hijo, existen fondos sobrantes se destinarán a ayudar a personas en parecida situación a la de Alberto.


La prioridad familiar es ahora que el joven recupere parte de la visión en el único ojo que conserva, muy dañado. De ello dependerá que la implantación de las prótesis sea viable y las pueda manejar. Alberto Villalba fue sometido a un trasplante de cornea en Zaragoza y, previsiblemente, deberá hacer frente a una nueva intervención en uno de los dos muñones antes de recibir la prótesis.