Ciencia

Un experto alerta del avance de la mitología religiosa sobre la ciencia

Teruel ha acogido la Reunión de la Asociación Europea de Paleontólogos de Vertebrados.

El paleontólogo Sebastián Apesteguía alerta del peligro que supone "el avance de la mitología religiosa sobre la ciencia", que en el futuro se puede traducir en recortes en investigación.


"Buscan equiparar la visión religiosa con la científica, como iguales, pero no lo son, porque una es fe y la otra es evidencia", explica este experto, quien participó en el décima edición de la Reunión de la Asociación Europea de Paleontólogos de Vertebrados realizada en Teruel.


Apesteguía señala que este avance se viene dando en la última década "quizás por la inestabilidad del mundo, que hace que la gente se vuelque de nuevo en las explicaciones mágicas", sobre todo en países como Estados Unidos, Brasil o algunos países árabes.


El problema, añade, es "que tratan de evitar la investigación y que se difunda el conocimiento".


En este sentido, Apesteguía ve con preocupación que puedan llegar recortes para investigación o que crezcan casos que ya se dan en los Estados Unidos, de museos sin científicos "porque nadie quiere pagar a un científico para que venga y diga cosas que no le gustan"."Falta de respeto"

Defiende que "el científico se basa en hipótesis que pueden fallar. Y está bien que fallen y sean reemplazadas por otras porque es así como avanzamos", a diferencia, dice, de lo que ocurre con la religión que "te dice esto es así y no lo puedes cuestionar" y a veces "no te dejan investigar para no dar con otra verdad".


Añade que en este contexto "la nueva evidencia se ve como una falta de respeto".


Apesteguía trabaja en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara de Argentina y ha visitado España para participar en este Congreso organizado por la Fundación conjunto paleontológico Dinópolis de Teruel.


En esta reunión de expertos el paleontólogo argentino habló sobre la posibilidad de que en Iberia viviera durante el Cretácico un pariente del lagarto tuatara de Nueva Zelanda, a partir de unos dientes encontrados en el País Vasco.

Destaca que la paleontología posiblemente viva ahora "su mejor momento", también en Europa gracias a los últimos descubrimientos y a las inversiones, porque hay mucha gente formada para la investigación, aunque todavía falta mucho por conocer.


"Nosotros los paleontólogos lo que hacemos es mirar por el ojo de la cerradura y tratar desde ahí de describir el Palacio de Versalles. Con dos dientes tenemos que decir cómo se movieron los continentes", explica.


Y todo ello basándose en la evolución. Es la que marca "que existen linajes, que un tipo de lagarto raro que surgió en un lugar y no en otro, va colonizando hasta que se encuentra con una barrera mayor, un mar o una cadena montañosa, y ahí se para".


"Si encuentras restos de ese mismo tipo de animal en otro lugar", continúa, "eso te da la pauta de cómo se cortó ese aislamiento" y eso explica no solo el comportamiento de un individuo.


Los paleontólogos estiman que uno de cada 30 millones de individuos tiene la posibilidad de fosilizarse, por lo que los científicos dan por sentado que cuando encuentran un espécimen es porque su presencia ya tenía éxito.


Este experto dedica parte de su tiempo a la divulgación científica dirigida a los más pequeños a través de un programa de televisión en Argentina, y ve con esperanza que cada vez hay más niños que desde muy corta edad quieren elegir esta profesión que, en su opinión, "es muy vocacional".