Las obras necesarias para que la residencia 'Luis Buñuel' de Teruel se adapte a la normativa tendrán un coste de 900.000 euros y un plazo de 18 meses de ejecución, ha dicho el director del Instituto Aragonés de la Juventud, Fernando Peña.

Peña ha dado estas cifras a los medios de comunicación después de reunirse con trabajadores y residentes del centro, a quienes les ha trasladado un mensaje de "tranquilidad" tras anunciar la pasada semana el cierre de las instalaciones a final de este curso, debido a las deficiencias técnicas que presenta.

El director ha asegurado que "el cierre no es definitivo" ya que se está estudiando cómo acometer las reformas, aunque no hay partida presupuestaria prevista para este año, por lo que tampoco ha concretado cuándo podrían empezar las obras.

La reforma se centrará, ha avanzado Peña, en la mejora de la accesibilidad y en la prevención contra incendios.

Ha recordado que hay dos proyectos de 2003 y 2008, y que "no es un problema actual sino heredado de otras administraciones al que ahora toca hacer frente". Peña ha añadido, además, que el Gobierno de Aragón "hizo inversiones en edificios por lo que bien se pudo haber solucionado el problema en años anteriores".

El proyecto contemplará también darle uso a espacios que ahora no se utilizan, como parte del aulario, que espera que pueda servir también para reducir las pérdidas del centro que cifra en 630.000 euros cada año.

Reubicación

La mayor preocupación, ha destacado, es la reubicación de los residentes y, al respecto, el director del IAJ ha garantizado "que todos los menores tendrán su acogimiento en las residencias de educación, o en Santa Emerenciana o en la Escuela Hogar", no solo los que están sino "la demanda que esté por venir".

Los alumnos mayores de edad podrán acceder también con "condiciones especiales" al colegio mayor Pablo Serrano.

Además, se creará una bolsa de vivienda para poner de acuerdo la oferta de pisos adecuados para estudiantes y la demanda, ofreciendo también asesoramiento a los jóvenes sobre normativa y garantizando al propietario el cobro.

Ante las quejas de los residentes y las críticas de partidos y sindicatos, el director ha insistido en que el centro se cierra porque "preocupa la seguridad de las personas", en referencia a las deficiencias en materia de prevención de incendios.

Deficiencias en otros centros

A preguntas de los periodistas ha admitido que algunos de los centros que acogerían a los residentes también presentan deficiencias pero ha dicho que "hay que distinguir qué tipo de deficiencias son".

Para los estudiantes, "es una situación injusta e indigna" que cierren la residencia por incumplimiento de la normativa y les trasladen a centros como la Escuela Hogar que tampoco cumplen, como ha explicado el representante de la Junta de residentes, Borja Sediles.

Ha explicado, además, que han consultado a los centros donde deberán alojarse el próximo curso y les han dicho que Santa Emerenciana está completo y sobre el alojamiento en el colegio mayor universitario, ha criticado la diferencia de precio."Ahora estamos pagando unos 300 euros al mes pero en el colegio mayor pagan 503 y la previsión es que aumente", ha dicho.

Por todo ello, ha anunciado que continuarán las movilizaciones, como las que les han llevado a concentrarse a las puertas del edificio, colocar pancartas y convocar una jornada de puertas abiertas, que finalmente suspendieron al no contar con autorización del IAJ.

Por otra parte, sobre el cambio de gestión del albergue Rosa Ríos de Albarracín y el Campamento Montes Universales de Orihuela del Tremedal, el director del IAJ ha destacado que hasta ahora "la gestión no era adecuada", como ocurre con otros centros de estas características, y como ejemplo ha dicho que el albergue más eficaz de Aragón es el de Villanúa que tiene un 3 por ciento de ocupación.

Por ello, apuesta por abrir estas infraestructuras "a otras entidades, públicas o privadas, para mejorar la gestión y el dinamismo económico en la zona", ha señalado Peña.