La plaza del Torico de Teruel se convirtió ayer en un mercado de trufa fresca en el que decenas de vecinos y visitantes pudieron comprar, a 700 euros el kilo, piezas de este preciado producto con el que condimentar sus platos.

La iniciativa, impulsada por la Asociación de Truficultores y la Asociación de Empresarios Turísticos, pretendía acercar a la población un producto que difícilmente se encuentra en los comercios y que es aún poco conocido por muchas personas.

“No tenemos todavía cultura de la trufa. Mientras en otros países como Francia este hongo se consume a menudo, aquí no ocurre lo mismo”, señaló el presidente de los truficultores de Teruel, Julio Perales, quien matizó que la trufa no resulta tan cara si se tiene en cuenta que “con apenas 10 gramos, es decir, siete euros, podemos condimentar varios alimentos”.

Perales invitó a los comercios turolenses a vender este producto que actualmente solo se puede adquirir en ferias especializadas, como la que Sarrión celebra cada mes de diciembre, o a través de Internet.

El mercado, el primero de trufa fresca que tiene lugar en la capital turolense, forma parte de las actividades organizadas con motivo de las Terceras Jornadas Gastronómicas de la Trufa Negra de Teruel, en las que 50 restaurantes de la provincia se han unido para ofrecer estos días tapas con este hongo como ingrediente protagonista.

Un buen número de personas compraron ayer trufa fresca en la plaza del Torico, si bien optaron por piezas pequeñas de entre 20 y 30 euros de coste. Los vendedores, muchos de ellos procedentes de la comarca de Gúdar-Javalambre, calificaron de muy positiva la iniciativa y se mostraron satisfechos con las operaciones comerciales realizadas a lo largo de la mañana.