El coso taurino de Calanda cumple un siglo entre trajes de luces y tardes de gloria

El padre de Luis Buñuel cedió el solar donde se levanta la plaza y su construcción fue posible gracias a la colaboración de todos los vecinos.

Plaza de toros de Calanda
El coso taurino de Calanda cumple un siglo entre trajes de luces y tardes de gloria
M. N.

Calanda es Semana Santa. Es melocotón. Es Buñuel… Pero también es uno de los lugares de la geografía aragonesa con mayor arraigo al mundo del toro y los trajes de luces. De hecho, su coso taurino celebra estos días el punto álgido de la conmemoración de sus 100 años de historia. Una historia que comenzó a escribirse el siglo pasado y que hoy, todavía continúa viva a pesar de los convulsos tiempos que vive este “mundillo”. Así, y en marco de los actos de celebración que se vienen celebrando durante todo el año por el centenario, del 11 al 13 de octubre, la localidad turolense celebra su Feria Taurina, coincidiendo con las fiestas en honor a la Virgen del Pilar y San Miguel Arcángel.


La historia de estos 100 años la ha recogido en un libro Miguel Portolés, un escritor calandino de 81 años, que en marzo presentó sus ‘Memorias de la tauromaquia calandina’. “Esta plaza se hizo gracias a la colaboración de todos los calandinos, entre los que siempre ha existido y existe un claro amor por los toros. Leonardo, el padre del cineasta Luis Buñuel fue quien donó el solar –entonces dos bancales y una era, en la partida de Las Pedreras; hoy en el centro calandino- donde todavía hoy resiste este emblema de la localidad”, cuenta el escritor, quien durante años se ha dedicado a coleccionar reseñas sobre la plaza que junto con horas de hemeroteca y archivos, han hecho posible un libro ilustrado de casi 500 páginas.

La plaza se levantó en dos años

Durante el siglo XIX ya se celebran capeas en la plaza de España. “Sin embargo, durante los primeros años del siglo XX, los toreros que por allí pasaban comenzaron decir que si no hacían una plaza reglamentaria con enfermería, no se atre­vían a venir”, cuenta Portolés. Fue entonces cuando el Ayuntamiento aprobó la obra del coso, en la que participó todo el pueblo. La construcción salió a subasta por 25.235,20 pesetas y la parte principal de la obra se hizo entre los años 1912 y 1913, quedando algunos detalles de carpintería que fueron terminados a principios de 1914. Aunque durante la Feria del Pilar de 1913 ya se hicieron en la nueva plaza las mis­mas becerradas que se hacían en la plaza de España por aquel entonces, no fue hasta el año siguiente cuando se inauguró oficialmente.


Fue el 13 de octubre de 1914 cuando se celebró una novillada con toros de Pedro Arjol para los toreros Emilio Fernández ‘el Plomo’ y otro novillero llamado Arévalo. “Desde entonces, toreros de la talla de Los Dominguines, Julián Marín, Enrique Vera, Jaime Ostos, Rafael Ortega, José Ortega Cano, El Soro, José Cubero ‘Yiyo’, Espartaco, Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique, el Litri, Manuel Díaz ‘el Cordobés’, Antoñete, el Juli, el Cid o Caye­tano Rivera, entre muchos otros, han pasado por aquí”, explica Portolés.


14 años recopilando información

La afición de Miguel Portolés por los toros le viene de lejos. Su bisabuelo regentaba la fonda de El Pilar, donde los primeros toreros que pasaron por el coso taurino calandino ya descasaban allí. “Mi abuelo y mi padre fueron labradores, pero también demostraron siempre una gran afición por los toros que yo viví desde bien pequeño”, cuenta Portolés. Él, también se dedicaba a las labores del campo hasta que se marchó a la mili y decidió marcharse a vivir a Barcelona donde desarrolló su carrera como profesional. Y durante el tiempo en la ciudad condal, cultivó el gusanillo asistiendo a más de 1.000 corridas de toros en La Monumental, rodeado de catedráticos del mundo de la tauromaquia como el profesor Santainés, quien escribió su prólogo antes de morir y le animó a escribir este libro.


Desde que se jubiló, se puso manos a la obra y, después de 14 años, el libro ha visto la luz. “Su publicación era muy cara, no teníamos ninguna subvención y pensé en dejarlo, pero mi mujer dijo que todos mis apuntes no se podía quedar en un cajón”, confiesa Portolés.


Su presentación en la Peña Taurina de Calanda fue uno de los actos que de conmemoración que desde principios de año vienen celebrando en la localidad. Estos continuarán el próximo mes de noviembre con una conferencia a cargo de Victorino Martín y llegarán a su fin en diciembre, con un taller donde se demostrarán todos los secretos de un torero a la hora de ponerse el traje de luces.

El Fandi, Abellán y Mendoza, estrellas del cartel de Feria Taurina 2014

La Feria Taurina de Calanda siempre ha disfrutado de carteles encabezados por toreros de primera línea, y el año en el que se conmemora su centenario, no podía ser diferente. En esta edición, la tarde más importante es la del 12 de octubre, con una corrida de toros mixta con dos reses de la ganadería francesa Gallon para Pablo Hermoso de Mendoza –quien también celebra el 25º Aniversario de su alternativa-, y cuatro toros de Montalvo para el Fandi y Miguel Abellán.


El día 11, el plato fuerte fue una novillada picada con el Azabache y Luis David Adame, frente a cuatro novillos de la ganadería Santafé Martón.


“También el día 11 se descubrió un mural de cerámica de Muel donde se recogen las 100 mejores tardes de la historia de la plaza”, concluye el concejal delegado de la plaza de toros, Jesús Cubierre, quien asegura que está siendo un año “muy ilusionante” para todos los calandinos.