Absuelto el ginecólogo acusado de imprudencia médica en un parto

El tribunal entiende que la cesárea se realizó en el tiempo establecido por el protocolo en estos casos.

La Audiencia Provincial de Teruel ha absuelto al ginecólogo acusado de un delito de lesiones por imprudencia médica grave en un parto en el hospital Obispo Polanco de la capital turolense.


Los hechos se remontan al año 2011 cuando la denunciante acudió al hospital con las contracciones propias del parto y donde el propio acusado acabó practicándole una cesárea de urgencia.


El niño presenta graves secuelas causadas, según recoge la sentencia, por la disminución del oxígeno que llega al cerebro y, añade el texto legal, será dependiente de por vida.


El médico había recurrido la primera sentencia que le consideraba responsable de un delito de lesiones por imprudencia médica grave, y le condenaba a un año de prisión y a indemnizar a la familia del niño afectado.


La sentencia hecha pública este jueves estima los recursos de apelación del acusado, y también del Gobierno de Aragón y de la compañía de seguros contra la sentencia dictada por el juzgado de lo Penal de Teruel.


La Audiencia considera que las acusaciones no dan justificación suficiente para concluir que "el acusado no puso los medios a su alcance para procurar que el peligro se situase dentro de los límites de riesgo permitido".


Así, recoge también que según los criterios de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el protocolo para estos casos es el de realizar la cesárea antes de 30 minutos, y entiende el tribunal que en este caso se realizó en el tiempo establecido.


Además, añaden los letrados, la médico pediatra que recibió al recién nacido "no puede asegurar que realizada una cesárea antes, el diagnóstico -del neonato- hubiera cambiado".