Hallan en Utrillas dos escarabajos del Cretácico

Investigadores catalanes y estadounidenses han realizado su descripción.

Dos nuevos escarabajos hallados en el yacimiento de 'San Just' en la localidad turolense de Utrillas, han sido descritos en dos prestigiosas revistas científicas por David Peris y Xavier Delclòs, de la Universidad de Barcelona, en colaboración con diversos investigadores estadounidenses.


 Concretamente, los escarabajos recientemente estudiados pertenecen a los curculiónidos, conocidos como gorgojos, y a los ptínidos, unos escarabajos barrenadores de la madera de las especies Arra legalovi y Actenobius magneoculus, según informa en una nota de prensa la Fundación Dinópolis.


Estas especies, halladas en el yacimiento de ámbar de San Just en Utrillas y pertenecientes a las colecciones del Museo Aragonés de Paleontología-FCPTD ubicado en Dinópolis, han sido descritas gracias al estudio realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona en colaboración con científicos de Kansas y Kentucky (Estados Unidos).


Este nuevo género y especie, que se han podido describir gracias a la microtomografía utilizando luz Sincrotrón y obteniendo imágenes virtuales 3D del fósil, tiene la denominación Arra legalovi, perteneciente a la familia Nemonychidae y descrito recientemente en la revista 'Zoological Journal of the Linnean Society' con la colaboración de los investigadores Steven Davis y Michael Engel (Kansas University, EEUU).


El fósil de San Just es muy similar a otro ejemplar de la misma especie que ha sido descrito también en el yacimiento de ámbar de El Soplao (Cantabria), según informa la misma nota de prensa.


Esta familia es la más antigua descrita dentro del grupo de los gorgojos, conocida desde el Jurásico, y exhibe numerosas características ancestrales tanto en su morfología como en su biología (según los datos conocidos de especies actuales).


El otro escarabajo barrenador encontrado en el yacimiento turolense pertenece a la familia Ptinidae, y será publicado en breve en la revista 'Cretaceous Research' y su nombre es Actenobius magneoculus (que en latín significa 'Actenobius de ojos grandes'), y es el representante más antiguo catalogado de esta familia.


En la descripción de esta nueva especie también han participado David Peris y Xavier Delclòs pero esta vez en colaboración con Keith Philips (Western Kentucky University, EE.UU.).


El género Actenobius es conocido actualmente, y no es el primer caso en el que fauna fósil del Cretácico se clasifica dentro de géneros actuales; el pequeño tamaño y un hábitat oculto parecen ser características que favorecen una ralentización evolutiva en la escala geológica, mientras que la familia Ptinidae es conocida principalmente porque sus miembros son taladradores de madera.


Por su abundancia en algunos yacimientos de ámbar más modernos (como el de New Jersey, EE.UU.), se cree que pueda estar relacionada con la formación de la resina en los grandes bosques de coníferas que poblaban la superficie de la Tierra en el Cretácico.


Sin embargo, en el ámbar de España no se han encontrado más que dos ejemplares de dicha familia, uno en el yacimiento de San Just y otro en el de Peñacerrada I (Moraza, Burgos), y sólo en el primer caso ha sido posible describirlo.


Este artículo de investigación vuelve a demostrar la gran importancia científica a nivel mundial del ámbar de San Just que, a través de los fósiles hallados en él, permite descubrir cómo eran los ecosistemas de hace 110 millones de años y conocer cómo eran estos insectos pequeños que vivían y volaban alrededor de los dinosaurios.


Los ejemplares tipo (holotipos) de estas dos nuevas especies de coleópteros pertenecen a las colecciones del Museo Aragonés de Paleontología de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (FCPTD) y los estudios que han permitido su descripción se enmarcan dentro del proyecto Ambares, dirigido desde la Universidad de Barcelona y financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.


Las excavaciones en San Just han sido financiadas gracias al apoyo de Caja Rural de Teruel y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.