Teruel

¿Podría haber un terremoto en Teruel?

Las dudas acerca de la ubicación del nuevo hospital y la inquietud por el proyecto Castor han puesto sobre la mesa la posibilidad de un seísmo en Teruel.

Recreación del proyecto de Hospital en El Planizar
La DGA se replantea la ubicación del Hospital de Teruel

La construcción del futuro hospital en el Planizar en Teruel ha abierto el debate sobre el riesgo sísmico de Aragón. La DGA ha llegado a replantearse su ubicación después de que un informe alertara acerca de la posibilidad de que la zona sobre la que se piensa erigir, un terreno gravoso y poco consistente, no tuviera las condiciones adecuadas para soportar, al menos tal y como se había planeado, una infraestructura de este tipo.


Además, los últimos temblores provocados por la plataforma de gas Castor en la costa Levantina -y que han llegado hasta Teruel- han echado aún más leña al fuego, atribuyendo sobre Teruel la posibilidad de que ocurran distintos altercados sísmicos, que, no obstante, es algo que los expertos descartan con rotundidad.


“Teruel tiene una peligrosidad sísmica muy baja en comparación con el contexto internacional”. Esta afirmación la hace José Ignacio Badal, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Zaragoza y Presidente de la sección de Sismología en la Comisión Española de Geodesia y Geofísica, quien señala que la ubicación pensada para el nuevo hospital “no debería suponer ningún inconveniente mientras se tengan en cuenta las medidas adecuadas”.


Según el último informe del Instituto Geográfico Nacional, la Provincia de Teruel tiene un grado de peligrosidad sísmica de apenas 0,5G. Para hacerse una idea, en Granada y Murcia, las únicas zonas de España en las que se considera que se debe prestar especial atención, este valor se eleva hasta los 2 puntos, algo que pese a todo, según indica Badal, “son todavía niveles muy moderados”.

El último gran terremoto ocurrió hace 8.000 años

El último terremoto de más de seis grados en la escala de Richter que acaeció en la zona se produjo hace más de 8.000 años. Desde entonces, la falla Concud, sobre la que se ubica el proyecto del hospital de Teruel, ha continuado con su actividad, aunque sin que sus movimientos se notaran apenas en la superficie.


“Todo tiembla, señala Badal, que explica que “la tierra está en constante movimiento, generando microseísmos que, en la mayoría de los casos, no son perceptibles para el ser humano”. Algo que no evita que “la construcción de una estructura como un hospital deba someterse a unas atenciones especiales”.


Así, por las condiciones del terreno sobre el que se va a construir y las características del edificio, Badal indica que el hospital de Teruel debería llevarse a cabo incrementando en un 72% el índice de peligrosidad sísmica. “Si se proyecta un hospital se tiene que construir sobre un 30% por encima de los valores normales, más un 42% extra debido a lo gravoso de la zona” incremento que, pese a todo, no provoca que la construcción se salga de unas “circunstancias habituales”.

Hay que prestar atención a la planta Castor

Otro de los focos de atención en los últimos días han sido los temblores provocados por el proyecto Castor. Un plataforma para almacenar gas natural a 23 kilómetros de la costa de Vinaroz a cuya actividad se achacan varios seísmos -alguno superior a los 4 grados- que han hecho saltar las alarmas en la zona, y que también se han sentido en Teruel.


Para José Ignacio Badal, es evidente que el almacenaje de gas es el causante de los terremotos. Pequeños movimientos que, por otra parte, puede ser habituales al comenzar a trabajar una instalación de este tipo pero que “deben ser controlados”.


“Hay que sosegar el proceso y ver que está ocurriendo”, valora el físico, que cree que por intensidad, y recurrencia, los temblores “se están saliendo de la norma”, aunque todavía “no hay motivos suficientes” para hacer saltar las alarmas.