TERUEL

Un error de cálculo podría retrasar la ampliación de Santolea un año

Nuevos estudios geotécnicos aconsejan dar a la cimentación una mayor profundidad ante la abundancia de fangos y sedimentos. Los regantes muestran su preocupación, ya que, pese a la gran sequía, no se podrá embalsar agua para la campaña de riegos.

Un error de cálculo en el proyecto de las obras de recrecimiento del pantano de Santolea podría retrasar la finalización de los trabajos hasta un año. Por el momento, supondrá la paralización de las labores durante toda esta semana. La noticia, conocida estos días, ha creado una gran preocupación entre los regantes de la Cuenca del Guadalope. A la grave situación de sequía que se vive en la zona se sumará ahora la imposibilidad de embalsar agua en condiciones normales para la próxima campaña de riego.


El Consejo de AcuaEbro, la sociedad estatal que adjudicó la obra, tiene previsto reunirse a finales de este mes para buscar la manera de arreglar el problema, que, de seguro, traerá consigo nuevos y complejos trámites administrativos. Una vez que dé el visto bueno a una solución técnica, deberá aprobar una memoria valorada y enviarla a la subdirección general de Presas del Ministerio de Medio Ambiente para que esta la admita. A continuación, habrá que redactar un proyecto y presentarlo de nuevo para que el Ministerio autorice la realización de las obras.


Hasta la próxima primavera

Para José María Pascual, presidente del Sindicato de los Regantes de la Cuenca del Guadalope y del Consejo de AcuaEbro, los trámites necesarios para modificar el proyecto inicial podrían prolongarse hasta la primavera del año que viene.


La ampliación de la presa del embalse de Santolea contempla la realización de otra represa en la cola del pantano, de menor entidad, pero totalmente necesaria para el recrecimiento de esta infraestructura hidráulica.


El problema ha surgido, precisamente, con la construcción de esta pequeña represa. Los últimos estudios geotécnicos en el cauce del río han puesto de manifiesto que para encontrar un terreno firme en el que asentar la base de la presa, es necesario profundizar el doble de lo previsto en el proyecto inicial, debido a la gran cantidad de lodos y sedimentos que se han acumulado allí.


Una bóveda entre las orillas

Pascual explica que la solución que barajan los técnicos es la construcción de una bóveda asentada en las orillas, en un terreno conglomerado fuerte. Pero para ello se necesita realizar un modificado del proyecto original y todavía no se tiene la certeza de que esta fórmula sea la que se apruebe.


Está también la cuestión económica. En principio, un modificado del proyecto original no puede superar un incremento del 20% respecto del total del presupuesto. Además, según Pascual, serán los regantes quienes tengan que asumir el pago del aumento del coste. No obstante, las valoraciones económicas definitivas no se conocerán hasta que se determine la solución técnica adoptada finalmente.


En principio, estas obras no afectan a la campaña actual de riegos, pero pueden perjudicar a las siguientes. De haberse sabido que la ampliación del embalse de Santolea podrían retrasarse por un periodo de un año, el Sindicato de Riegos no hubiera liberado la cantidad de 14 hectómetros cúbicos de agua desde Santolea hacia el embalse de Caspe. Esta suelta de agua fue una medida necesaria para poder desarrollar las obras.


Para los regantes, lo sucedido con las obras del embalse de Santolea resulta increíble. El presidente de la Comunidad de Regantes del Canal Calanda-Alcañiz, Miguel Ángel Laguens, manifestó que "estas cosas pasan, pero no deberían ocurrir". "En un proyecto de esta envergadura se supone que ha recibido todas las bendiciones para que llegue a buen término", concluyó el portavoz de los regantes.