TERUEL

Los pueblos del Jiloca rechazan el cierre de las estaciones de tren

El ferrocarril es, en la mayoría de los casos, el único medio de transporte del que dispone la población de esta zona para mantener la comunicación con Zaragoza y Teruel

Los pueblos de la comarca del Jiloca, cuyas estaciones de tren podrían estar sentenciadas al cierre, han recibido esta noticia con desánimo, al tratarse de núcleos de población muy afectados ya por la supresión de otros servicios.


De las cinco localidades solo dos, Ferreruela y Villahermosa, son entidades de población independientes, las otras tres restantes -Navarrete, Lechago y Cuencabuena- son barrios pedáneos de Calamocha. Todas ellas figuran en un listado que la Dirección General de Transportes del Gobierno de Aragón propondrá a Renfe y a Adif para la clausura de sus estaciones de ferrocarril con el fin de acortar el viaje del primer tren del trayecto entre Zaragoza y Teruel.


Como alternativa, el Gobierno de Aragón propone cubrir el recorrido entre los pueblos y la estación más cercana mediante autobuses lanzadera.


El alcalde de Ferreruela, Mariano Marzo, consideró "muy negativo" para el pueblo el posible cierre del apeadero, un edificio recientemente reformado. Según señaló, "es una pena que pasando el tren por aquí no podamos cogerlo". Agregó que el Ayuntamiento hace ocho años que viene reivindicando el primer tren de la mañana, suprimido desde entonces. "Esta es una estación que siempre se ha utilizado, porque viene gente de Cucalón, Lagueruela y Lechón", afirmaba.


Ferreruela, con 86 habitantes censados -solo la mitad de ellos residen en invierno- hace veinte años que no tiene escuela y únicamente está comunicado con Calamocha por autobús tres veces a la semana.


La situación es parecida en Villahermosa, un municipios de 101 vecinos censados y tan solo 40 en invierno. Para su alcalde, José Antonio Ramo, la actual situación de las estaciones de estos pequeños municipios del Jiloca, con paradas facultativas -solo se realiza si hay usuarios- es la más adecuada, "porque no se pierde tanto tiempo". Por el contrario, no se muestra partidario de los microbuses que plantea la DGA, muy incómodos para los viajeros a su juicio. "Para llevarnos a una estación de otro pueblo, nos parecería mejor que sea directamente a Zaragoza", reflexionaba el primer edil de Villahermosa.


Fernando Soler, el alcalde pedáneo de Lechago, consideró la supresión de la estación "un nuevo revés para el pueblo". Sostiene que para muchos vecinos, "que no tienen medio de locomoción, el tren es un medio de transporte indispensable". Explicaba que el Ayuntamiento subvenciona, junto con la Diputación Provincial, el servicio de un autobús a Calamocha durante tres días a la semana para atender las compras de la población, al no disponer el pueblo de tienda. "Pero necesitamos mantener un transporte a Zaragoza", subrayó. El alcalde de Calamocha, Joaquín Peribáñez, espera conocer todas las propuestas de los afectados para opinar, y asegura que cualquier postura estará avalada por la opinión de las pedanías. "El número de usuarios no es elevado, pero no podemos condicionarles el uso del tren", dijo el alcalde.