TERUEL

Los barrios rurales reclaman la depuración de aguas residuales y mejor servicio de limpieza

Cinco de las diez pedanías carecen de depuradoras y algunas de las instaladas fallan por falta de mantenimiento

Los barrios rurales de Teruel reclaman al Ayuntamiento una mejor limpieza y la depuración de sus aguas residuales, un servicio que, actualmente, se presta en cinco de las diez pedanías de la ciudad. Estas fueron las principales demandas planteadas por los alcaldes pedáneos en la reunión que mantuvieron ayer con el alcalde, Miguel Ferrer, y el concejal delegado de barrios, Gaspar Lozano. El encuentro pretendía, según explicó Ferrer, conocer las principales necesidades de estos núcleos dependientes del Consistorio, para incorporarlas en la medida de lo posible al presupuesto municipal de 2010.

 

Actualmente cuentan con plantas depuradoras los barrios de Aldehuela, San Blas, Concud y Villalba Baja. Además, está aprobada la ejecución del colector que canalizará las aguas residuales de Castralvo y las conducirá a la planta que trata los vertidos de la capital. Sin embargo, en algunos casos las depuradoras instaladas no funcionan por falta de mantenimiento. Se costearon con cargo a los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.

 

La alcaldesa de San Blas, Amparo Antón, indicó que la planta depuradora de este núcleo es una de las que "lleva meses sin funcionar por falta de mantenimiento". Antón planteó también la necesidad de construir colectores y una planta de tratamiento para los vertidos de pequeños núcleos situados en la margen derecha del Guadalaviar, como La Guea, Los Marines y el instituto de formación profesional específica de San Blas. La alcaldesa señaló que actualmente estos enclaves tienen que recurrir a fosas sépticas.

Proyectos para las depuradoras

Miguel Ferrer mostró su "extrañeza" por las quejas por falta de mantenimiento de las plantas depuradoras ya instaladas. Según indicó, esta labor fue encomendada por el Ayuntamiento a Sastesa, la misma empresa encargada del agua potable y el alcantarillado en la ciudad. Según Ferrer, esta compañía es la encargada de la conservación de las plantas, aunque luego el Ayuntamiento "pasa la factura" por esta labor al Instituto Aragonés del Agua.

 

La necesidad de depurar los vertidos fue planteada también por los alcaldes de Tortajada, Valdecebro, el Campillo y Villaspesa. Especialmente este último barrio rural ha experimentado un notable crecimiento demográfico por su proximidad a la capital y por la construcción de viviendas a precios más asequibles que en la ciudad.

 

Miguel Ferrer explicó que las plantas depuradoras pendientes cuentan con proyectos redactados. Mientras que el Ayuntamiento se encarga de conseguir el suelo preciso, la financiación y ejecución de las inversiones corre a cargo del Instituto Aragonés del Agua. Ferrer aclaró, no obstante, que dada la escasa población residente en los barrios rurales, el municipio depura en torno al 98% de sus aguas residuales, porque la ciudad dispone de una planta de tratamiento desde 1998.

 

Otras de las quejas más reiteradas de los alcaldes pedáneos al alcalde fue la falta de limpieza. La alcaldesa de San Blas recordó que la mejora de este servicio es una reivindicación pendiente de la anterior reunión de coordinación. Según explicó, las barredoras municipales solo se acercan al pueblo en las fiestas patronales o en ocasiones especiales. Su homóloga de Villaspesa, Gloria López, incidió en la misma demanda y señaló que "se dijo que una barredora municipal se iba a destinar al polígono industrial La Paz y a las pedanías, pero estas no han notado ninguna mejora". López reclamó también un servicio de recogida de enseres domésticos o residuos de gran volumen, como el que ya disfruta la capital. Miguel Ferrer adelantó que estudiará la posibilidad de ampliar a los barrios rurales la recogida de enseres que coordina la Policía Local.

 

El alcalde hizo un balance positivo de la situación de las pedanías en cuanto a servicios e infraestructuras. Recordó que en el último año han recibido inversiones por un importe de 2 millones de euros. Adelantó que en el presupuesto municipal de 2010 incluirá la restauración del ayuntamiento de El Campillo, que "está en estado lamentable". La inversión rondará los 180.000 euros.