COMUNICACIONES

Fomento prepara un desvío temporal para arreglar la vía hundida en Cella

El tráfico ferroviario discurrirá por el trazado antiguo, en las cercanías de Concud, con el fin de salvar los 400 metros que se han desnivelado seis meses después de estrenarse la obra

Técnicos de Fomento realizaban ayer mediciones en el tramo desnivelado. Las obras acabarán este año.
Fomento prepara un desvío temporal para arreglar la vía hundida en Cella
antonio garcía

El Ministerio de Fomento prepara, desde el pasado lunes, el desvío provisional por el que tendrá que discurrir el tráfico ferroviario mientras duren las obras de reparación de un tramo de 400 metros entre la capital turolense y Concud que se ha desnivelado apenas seis meses después de entrar en servicio. El defecto aparecido en las vías se debe, al parecer, a filtraciones de agua en la zona que podrían haberse visto agravadas por las lluvias de las últimas semanas.

 

En este tramo, los trenes volverán a circular por el trazado antiguo, que fue abandonado al entrar en servicio el nuevo, a finales del año pasado. No obstante, y puesto que ambos coinciden en algunos puntos, será necesario construir una pequeña variante. El Ministerio ya ha empezado a hacer acopio del material necesario para acondicionar el desvío. En concreto, ya se han llevado hasta la zona raíles y traviesas para montar la vía provisional.

 

Fuentes ferroviarias señalaron ayer que los viajeros apenas percibirán molestias por el hecho de circular por un desvío. Más bien es posible que las máquinas ganen algo de rapidez con respecto a la situación actual ya que, debido al hundimiento de la vía, los trenes están pasando ahora por este tramo a una velocidad de 30 kilómetros por hora.

 

No obstante, las mismas fuentes lamentaron el problema surgido entre Teruel y Concud, que viene a sumarse a otros ya existentes en la línea Teruel-Zaragoza pese a haber sido transformada recientemente, al menos en teoría, en una vía de altas prestaciones. Así, la línea sigue teniendo un trazado tortuoso en el puerto de Cuencabuena y en el de Paniza (Zaragoza), donde no se hicieron variantes respecto al recorrido antiguo. Además, la instalación de los sistemas de seguridad aún no ha acabado, por lo que los trenes tienen que utilizar vías secundarias a su paso por las estaciones perdiendo varios minutos de tiempo. Por último, se trata de una vía de un único sentido y sin electrificar.

Dos horas para ir a Zaragoza

"Con estos inconvenientes, es imposible que el viaje de Teruel a Zaragoza dure menos de dos horas", señalaron. Ambas capitales de provincia aragonesas distan 180 kilómetros. Las previsiones, al inicio de las obras de conversión en velocidad alta, eran que el trayecto pudiese cubrirse en 65 minutos.

 

La agilización de la construcción del tramo Teruel-Cella fue uno de los argumentos esgrimidos en 2007 por el Ministerio de Fomento para justificar el cierre de la línea Teruel-Zaragoza durante todo el verano, desde mediados de julio hasta mediados de octubre. En aquellos momentos, el Gobierno central optó por interrumpir el tráfico ferroviario a lo largo de tres meses -aún con riesgo de perder clientes respecto al tráfico de mercancías- con el fin de acelerar las obras de modernización de la infraestructura.

 

"Es muy lamentable que ahora aparezcan problemas, después de que nos convencieran a todos con la idea de que el cierre de la línea durante el verano era lo mejor, porque permitiría acelerar la transformación de la infraestructura y ponerla en servicio mucho antes", señalaron otras fuentes ferroviarias.

 

Aunque fue hace dos semanas cuando salió a la luz el desnivel surgido en la vía entre Teruel y Concud, el ligero hundimiento de los raíles y sus efectos en el tráfico ferroviario empezaron a notarse ya a los pocos días de que el tramo Teruel-Cella entrara en servicio.

 

Se trata de un recorrido de 400 metros en el que han aparecido irregularidades que alcanzan los 11 milímetros de hundimiento en su punto máximo y que provocan el vaivén de los trenes cuando estos pasan por encima. Los pasajeros perciben el traquetreo de los vagones y una sensación similar a la existencia de baches en una carretera. La reparación, que incluye el desmontaje de la vía y su completa reposición, estará acabada a finales de año.