TERUEL

El vestuario de las limpiadoras del nuevo Palacio de Justicia está junto a los desagües

Se cambian de ropa y preparan sus útiles en un lugar sin calefacción, con baldosas rotas y una ventana que no cierra.

El cuarto de la limpieza de los juzgados es pequeño y está lleno de desperfectos.
El vestuario de las limpiadoras del nuevo Palacio de Justicia está junto a los desagües
antonio garcía

En menos de cinco metros cuadrados las cinco empleadas que se encargan de la limpieza diaria del nuevo Palacio de Justicia de Teruel -seis plantas de 400 metros cada una- se cambian de ropa, guardan todos los productos de droguería y preparan los útiles necesarios para realizar su trabajo. El cuarto, en un semisótano, sin calefacción, y con un ventanuco en la parte alta que cierra mal, está atravesado bajo el suelo por una alcantarilla que produce malos olores.

 

Las trabajadoras se quejan de que no tienen taquillas para guardar su ropa y sus zapatos y también de que los productos de limpieza deberían estar almacenados en una habitación distinta. Explican que, además, la puerta no cierra bien, el vertedero de aguas está embozado y que, de los dos lavabos que hay en el pasillo de acceso, uno tiene el desagüe atascado y el otro no tiene agua corriente.

 

"Es muy triste que se haya hecho una inversión tan importante para ampliar y modernizar los juzgados y a nosotras nos dejen olvidadas en este cuarto que no reúne condiciones y que no se pinta desde hace por lo menos veinte años", se quejó una de las trabajadoras.

Cinta aislante

Las mismas empleadas se han ocupado de que el deterioro de la habitación que utilizan como vestuario y almacén de productos higiénicos no vaya a más. Han sujetado con cinta aislante un conjunto de baldosas del alicatado de una pared que están, literalmente, sueltas y han puesto también este material en la ventana para que no entre frío, ya que no ajusta bien. Ellas han confeccionado y colocado una cortina en este vano, que no tiene persiana y el cristal es transparente, para no ser vistas desde la calle.

 

Protestan igualmente porque este espacio está en la planta más baja del edificio, lo que las obliga a subir y bajar constantemente, cada vez que hay que cambiar el agua de los cubos de fregar -no tienen carro para llevar todos los utensilios juntos-. "Hasta quince veces al día subimos y bajamos cargadas; creemos que deberían haber puesto grifos en algunos de los pisos donde poder coger agua", explicaron.

 

Las trabajadoras han llevado su queja al sindicato CC. OO. y este tiene previsto que miembros de su Gabinete de Higiene y Seguridad Laboral inspeccionen en los próximos días el espacio dedicado a labores de limpieza de los nuevos juzgados turolenses. La única intervención realizada en este lugar a raíz del proyecto de ampliación y mejora del edificio ha consistido en cambiar el marco de la única ventana existente y cerrar el tubo que servía de aireación a unos baños contiguos y que vertía en este cuarto de la limpieza.

 

Las obras de reforma del edificio judicial, prácticamente acabadas, serán recibidas por el Ministerio de Justicia -que se ha hecho cargo de la financiación- en la primera quincena del próximo mes de febrero. A continuación, serán entregadas al Gobierno de Aragón, organismo del que dependen las trabajadoras de la limpieza.