TERUEL

El Museo Diocesano de Albarracín cierra sus puertas por reformas

Las mejoras del montaje de las colecciones y de seguridad durarán todo el año

Momento en el que se procede al embalaje de algunos tapices.
El Museo Diocesano de Albarracín cierra sus puertas por reformas
HERALDO

El Museo Diocesano de Albarracín permanecerá cerrado al público durante varios meses debido a la reforma integral que se llevará a cabo y que afectará al montaje de sus colecciones y al sistema de seguridad e iluminación.

 

Durante toda esta semana se ha procedido al desalojo y el embalaje de las más de cuatrocientas piezas que se exponen en las salas del Palacio Episcopal, un grandioso edificio del siglo XVIII que desde 1994 reúne una de las colecciones de obras religiosas más interesantes de la provincia.

 

El gerente de la Fundación Santa María -entidad de la que depende el Museo-, Antonio Jiménez, señaló que las dimensiones del proyecto obligan a cerrar sus puertas en lo que queda de año y probablemente durante los primeros meses de 2010. No en vano, se trata de la mayor intervención que se realiza en el Museo desde que se inauguró. "Se habían llevado a cabo mejoras puntuales, pero necesitaba una renovación integral, sobre todo, en cuanto a la presentación de los contenidos, que se había quedado obsoleta", explicaba Jiménez.

 

Esta obra cobra una especial relevancia dado que se trata del primer edificio que recuperó la Fundación en Albarracín, un inmueble que encontraba en grave estado de abandono y con sus colecciones almacenadas en un sótano y cubiertas de polvo.

Una exhibición coherente

Durante las próximas semanas se acometerán las labores de instalación de cableado, pintura y albañilería, a las que seguirá el proceso de reordenación de las piezas. Esta última fase será la más dilatada en el tiempo.

 

Julián Ortega, el técnico encargado de la musealización, señalaba que si bien el interés arquitectónico del Palacio Episcopal confiere un valor añadido al Museo, esto también supone la principal dificultad para la redistribución de las piezas. "Obliga a respetar el edificio y a adaptar el discurso expositivo a sus espacios", añadía el experto. Los zócalos originales, la capilla del siglo XVIII o la peculiar forma de algunas estancias deben permanecer inalterables.

 

El principal objetivo de la reforma consistirá en la "distribución lógica" de las colecciones, que hasta ahora se encontraban expuestas sin un orden coherente, a juicio de Ortega. Todo ello permitirá ofrecer al visitante un tratamiento didáctico de las obras, con la presencia de paneles explicativos, e incluso, audiovisuales que ayudarán a completar la información.

 

Según explicó, los cambios introducidos obligarán a retirar algunas piezas menores, para evitar lo que, según Julián Ortega, es uno de los principales problemas de los museos: la acumulación de objetos. El altar de plata, que hasta ahora obstaculizaba la visión de uno de los tapices; un lienzo de Santa Ana; o un Sagrario, regresarán a la Catedral, de donde procedían. Por el contrario, se rescatarán algunas obras de gran interés que han permanecido en los almacenes del Museo, como una cruz de Tramacastilla del siglo XVI.

 

No obstante, se ha previsto la posibilidad de acondicionar la zona de cocinas del Palacio como sala para albergar exposiciones temporales con las piezas que nunca se han visto.

Iluminación respetuosa

Uno de los cambios más drásticos lo constituirá el sistema de iluminación de las piezas expuestas, que, según el técnico en instalaciones del proyecto, Manuel Rodríguez, será respetuoso con las obras, de manera que mejore su visión sin entrañar riesgos.

 

"La iluminación -explicaba- será la adecuada para, sin destacar, ayudar al visitante a identificar los objetos más relevantes".

 

Los textiles -los más delicados ante las exposiciones lumínicas- se instalarán en armarios-vitrinas que facilitarán su protección, y los tapices flamencos de la escuela de Bruselas -hasta ahora pobremente iluminados- dispondrán de una luz uniforme. La colección de orfebrería, la más resistente a la contaminación, se mostrará, asimismo, en vitrinas.

El proyecto se completará con la incorporación de un sistema de seguridad dotado con mecanismos más avanzados de los que hasta ahora se disponían, con dispositivos de detección volumétrica y contra incendios. Entre otras novedades tecnológicas, destaca, asimismo, el equipamiento de una red de cámaras de vigilancia.