TERUEL

Cuatro años de prisión para el atracador de una sucursal bancaria en Báguena

El ladrón, que llevaba una pistola de fogueo, cogió 4.515 euros y maniató a la empleada.

El Juzgado de lo Penal de Teruel ha condenado a cuatro años y tres meses de prisión a un vecino de la comarca del Jiloca, Víctor Manuel T. H., de 38 años de edad, como autor del atraco que el 21 de enero del año pasado se registró en la sucursal de Ibercaja en Báguena.


La sentencia considera probado que el procesado -quien para dificultar su identificación llevaba aquel día un gorro, gafas de sol y un apósito en la cara-, tras entrar en el local haciéndose pasar por un revisor de los contadores de la luz, se dirigió a la única empleada que había en la oficina bancaria y sacando de su bolsillo una pistola de apariencia real la conminó a que le entregara el dinero.


De esta forma, y de acuerdo al relato de la sentencia judicial, el atracador se apoderó de 4.515 euros que estaban guardados en el dispensario situado bajo el mostrador de clientes. Después, obligó a la empleada a tumbarse en el suelo boca abajo y le ató las manos para dificultar su petición de auxilio. El juzgado considera a Víctor Manuel T. H. responsable de un delito de robo con intimidación agravado por el uso de un arma y de un disfraz.


Además del dinero del banco, en su huida el ladrón se llevó también el bolso de la empleada -de color marrón-, en el que había distintos efectos personales, entre ellos unas gafas de sol, cosméticos a medio uso, las llaves de su coche y 150 euros.


En la parada del autobús


Según se narra en la sentencia, curiosamente, la víctima y el atracador volverían a coincidir al poco tiempo y en dos ocasiones, lo que permitió la identificación y detención del delincuente el día 14 de marzo de 2008, cuando aún no habían transcurrido siquiera dos meses desde el robo en Báguena. El primer encuentro se produjo en otra sucursal bancaria de la zona, pero la víctima creyó que todo podría ser fruto de su situación de nerviosismo. Poco después, en una parada de autobús, la empleada del banco lo vio de nuevo y pudo comprobar, además, que el ladrón se encontraba junto a una mujer -su esposa- que llevaba el bolso marrón y las gafas que le habían desaparecido aquella mañana del 21 de enero de 2008.


Aunque el procesado argumentó en su defensa que el bolso y las gafas los había adquirido en un rastro de Zaragoza para regalárselos a su mujer por el día de San Valentín, la juez titular del Juzgado de lo Penal estima que ese razonamiento no es compatible con el hecho de que en el bolso, una vez recuperado, se encontrasen todavía las llaves del coche de la empleada y sus cosméticos a medio uso, uno de los cuales había sido prescrito por su médico dermatólogo.


Indemnización


Además de la pena de prisión, el fallo del Juzgado de lo Penal de Teruel impone a Víctor Manuel T. H. la obligación de indemnizar a la entidad bancaria con la suma de 4.515 euros. A la víctima deberá devolverle los 150 euros sustraídos y pagarle 5.000 euros más en concepto de daños morales.


Desde su detención el 14 de marzo de 2008, Víctor Manuel T. H., que no tiene antecedentes penales, se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza. Las partes personadas en el proceso todavía pueden interponer un recurso ante la Audiencia Provincial de Teruel contra la resolución del Juzgado de lo Penal de Teruel.