TERUEL

Acciona prueba el tercer modelo de luminaria para sustituir las 600 luces averiadas del Torico

La empresa confía en que resuelva los reiterados desperfectos del innovador alumbrado incrustado en el suelo.

Un grupo de operarios sustituye luminarias averiadas por otro modelo mejorado
Acciona prueba el tercer modelo de luminaria para sustituir las 600 luces averiadas del Torico
ANTONIO GARCÍA

Acciona, empresa encargada de la reforma de la plaza del Torico de Teruel, probará una nueva luminaria, y ya van tres, con el propósito de acabar con las averías que han inutilizado 600 de las 1.400 luces incrustadas en el pavimento. La iluminación encastrada en el suelo constituyó la principal novedad de la remodelación de la plaza más emblemática de la ciudad, inaugurada en diciembre de 2007 tras una inversión de 6 millones de euros de la DGA.

 

Las luces del pavimento empezaron a fallar desde su estreno, lo que motivó la progresiva sustitución o reparación de un tercio de las luminarias. Aún así, los problemas han continuado hasta hoy. El principal motivo de las averías es la penetración de humedad en la instalación eléctrica que alimenta el alumbrado incrustado y en las propias lámparas. El duro clima turolense dificulta, además, el correcto funcionamiento de este innovador dispositivo.

 

Las deficiencias incluyen luces apagadas, de colores discordantes y parpadeantes. En busca de una solución, la empresa constructora ha probado desde el pasado mes de marzo 35 unidades de un modelo mejorado, que, sin embargo, ha dado también algunos problemas. El fabricante de las luces, la empresa Lightled, ha introducido cambios para mejorar el aislamiento, y el diseño definitivo se someterá a prueba durante otros dos meses.

 

El jefe de producción de Acciona en Teruel, Javier Larraz, explicó que esta semana se sustituirán 75 luminarias averiadas y se probarán hasta febrero, cuando se procederá a reponer las 600 luces defectuosas. "Queremos asegurarnos de que todo vaya bien", explicó Larraz. En cualquier caso, la sustitución no supondrá ningún coste añadido para la DGA ni para el Ayuntamiento.

 

Si la experiencia resulta positiva, la sustitución de las luces deterioradas terminará en abril. Las principales novedades incorporadas a la lámpara consisten en una juntas de un material más flexible para adaptarse a las dilataciones y contracciones motivadas por los cambios de temperatura, una caja metálica con menos soldaduras para evitar la presencia de poros, una nueva conexión eléctrica y un mejor aislamiento del núcleo luminoso mediante una envoltura de silicona transparente.

 

Javier Larraz explicó que, en principio, solo está prevista la sustitución de las 600 luces averiadas. Añadió que el resto lleva dos años funcionando, y "no tienen por qué fallar en el futuro". Advirtió, no obstante, que el alumbrado incrustado en la plaza es "un proyecto innovador y precisa de un periodo de perfeccionamiento que hay que asumir". La luminaria utilizada, bautizada como 'Teruel', se ha diseñado específicamente para la reforma de la plaza del Torico.

 

Larraz opinó, no obstante, que las mejoras de aislamiento y conexión introducidas en las lámparas respecto a la versión probada desde marzo apuntan a que "se ha llegado a la solución definitiva". Los cambios ponen "todos los impedimentos posibles a la entrada de agua".

Cambiar todas las luces

Aunque Acciona solo prevé sustituir las luces deterioradas, la DGA reclama la sustitución de las 1.400 luces de la plaza para tener garantías de que las que ahora funcionan no se averiarán a medio o largo plazo. Desde la Consejería de Política Territorial resaltaron ayer que su "apuesta" es la renovación integral de las lámparas, una postura que el consejero Rogelio Silva manifestó en su última visita a la ciudad.

 

El proyecto de reforma de la plaza fue redactado por el gabinete barcelonés b720, que recibió el encargo tras imponerse en un concurso de ideas. Además de renovar el pavimento y la iluminación, incluyó la rehabilitación de un aljibe medieval y su acondicionamiento para ser visitado.

 

Las luminarias incrustadas dibujan en el suelo un fluido que desciende de la calle del Tozal y disponen de un sistema de manejo informático que permite una variedad de colores prácticamente infinita. La luz ambiental recibió criticas por su escasa potencia, lo que obligó a reforzarla notablemente.