La escasez de doctores, un freno en la Escuela de Enfermería

Dos profesoras critican los obstáculos para poder acceder a las plazas vacantes a pesar de contar con esta cualificación.

El proceso de integración de la Escuela de Enfermería de Teruel a la Universidad de Zaragoza, cuyas negociaciones se iniciaron hace un año, podría tropezar con un serio obstáculo ante la escasez de profesores en posesión de doctorado, según critican dos de las tres únicas enfermeras con esta cualificación que ejercen como docentes colaboradoras en el centro turolense.

A pesar de esta carencia y de que la presencia de doctores en las plantillas docentes es un requisito indispensable para que la Escuela –actualmente dependiente del hospital Obispo Polanco– pase a formar parte de la estructura interna de la Universidad, las docentes censuran el rosario de obstáculos que están sufriendo para poder concursar a una plaza. En estos momentos prestan sus servicio como profesoras colaboradoras a tiempo parcial, pero sus candidaturas para optar a las vacantes que han ido surgiendo en la plantilla en los últimos años han sido sistemáticamente desestimadas.

Concha Gómez, una de las aspirantes junto a Lourdes Ortiz, aclara que el argumento que esgrimen desde el Salud para denegar sus peticiones es que no pertenecen a la plantilla orgánica del Obispo Polanco, una medida establecida en el reglamento de la Escuela de Enfermería en el año 1980. Ellas pertenecen a este departamento pero ejercen en centros de salud de la provincia. Las profesoras sostienen que la falta de doctoras en enfermería demora la integración de la Escuela en la Universidad, una cuestión que se viene demandando desde distintos sectores, sobre todo a raíz de la transformación de la titulación en grado. Aseguran que en centros de similares características, como en Castellón, su continuidad se ha visto seriamente amenazada por esta razón.

Las peripecias de las docentes datan de hace dos años, tras jubilarse una profesora. Esta convocatoria fue recurrida por ambas y por el Colegio Profesional de Enfermería de Teruel, en principio, "por no ser difundida públicamente". Consideran que la normativa de 1980 "ha quedado obsoleta y es inconstitucional, ya que vulnera varios artículos de esta legislación". Creen que para paliar la escasez de doctores, que en la actualidad contando al personal médico no alcanza ni el 20%, y mientras se negocia la integración de la Escuela a la Universidad, se deberían arbitrar otras medidas, como las comisiones de servicios, para que pudieran acceder personal ajeno al Obispo Polanco.

El informe de la Agencia de Acreditación de la Calidad en la Formación Universitaria de Zaragoza, realizado en 2014, ya refleja que el centro no dispone "de suficientes enfermeras doctoras". "Es paradójico –comentaba Concha Gómez– que en la Universidad de Zaragoza lamenten a través de distintos medios la falta de candidatos en diferentes carreras con título de doctor en el Campus de Teruel y aquí, en esta Escuela, se desestimen".

Desde el Departamento de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón confirmaron que uno de los requisitos para que culmine el proceso de integración es que el 50% del profesorado "cuente con la cualificación de doctores en enfermería".

Agregaron que la gestión y mantenimiento del personal, así como la dotación son algunas de las cuestiones más espinosas para materializar este proceso, que se desarrolla a tres bandas: Universidad de Zaragoza y los departamentos de Sanidad y Universidad de la DGA. Según explicaron estas mismas fuentes, se pretende mantener el mismo grado de calidad de la enseñanza que se imparte en la escuela turolense. Pero insistieron en que se trata de negociaciones "complejas" en las que cada parte impone sus condiciones.

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