La Confederación del Júcar rebaja otro 20% la aportación del Arquillo al suministro de la ciudad por la sequía

En octubre ya redujo la contribución al agua de boca del 80% al 70% y ahora se quedará en el 50%. Para compensar, se incrementará la extracción de los pozos de San Blas.

El nivel del pantano del Arquillo, en Teruel, no estaba tan bajo desde 1995.
El nivel del pantano del Arquillo no estaba tan bajo desde 1995.
Javier Escriche

El pantano del Arquillo, que hasta hace solo un mes aportaba el 80% del agua que consume la ciudad de Teruel, proporcionará a partir de ahora el 50% para economizar sus escasas reservas, que suponen el 16% de la capacidad total. La comisión de desembalse, reunida este miércoles en la sede de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en Valencia, ha acordado reducir un 20% la aportación de la presa al abastecimiento de la capital turolense –en octubre ya rebajó la contribución del 80% al 70%– y compensar esta caída con un incremento de la extracción de los pozos de San Blas.

La medida se toma debido a la extrema sequía de la cuenca del Guadalaviar, que ha reducido el volumen embalsado en el Arquillo a 3,5 hectómetros cúbicos frente a los 21 posibles. El volumen actual, el más bajo desde la sequía de 1995, no llega a un tercio del que había hace un año.

La comisión de desembalse, encabezada por la presidenta de la CHJ, María Ángeles Ureña, y en la que están representados los regantes y el Ayuntamiento de Teruel, ha acordado también construir un sondeo de investigación para buscar nuevas fuentes de abastecimiento que se sumarían a los pozos de San Blas, Caudé y Carretera de Cuenca, estos últimos parados actualmente. La perforación se llevará a cabo en el entorno del puerto de Escandón, con reservas hídricas constatadas.

La falta de lluvias ha reducido el volumen embalsado en el último mes de 3,9 a 3,5 hectómetros cúbicos. La precipitación media en la cuenca del Guadalaviar se ha quedado en el presente año hidrológico –desde el pasado 1 de octubre– en 12 litros por metro cuadrado, frente a los 48 del año hidrológico 2016-2017 y los 65 de media en los últimos 27 años.

María Ángeles Ureña ha explicado que la escasa precipitación acumulada desde el pasado 1 de octubre «indica la gravedad de la situación» que atraviesa la cuenca del Guadalaviar. La presidenta de la CHJ ha reconocido que las medidas adoptadas hace un mes por el Ayuntamiento de Teruel con la aplicación del plan de emergencia por sequía han tenido efecto y han reducido el consumo de agua en un 5%. El Consistorio cortó el agua de todas las fuentes públicas, eliminó el baldeo de calles y redujo el caudal de riego de los parques públicos, además de poner en marcha campañas de concienciación ciudadana para el ahorro de agua.

La comisión de seguimiento de la sequía municipal se volverá a reunir el próximo martes para analizar la situación. El concejal delegado de Medio Ambiente, Julio Esteban, no prevé la aplicación de nuevas restricciones tras confirmarse la «eficacia» de las ya adoptadas y a la sensibilización vecinal. Esteban ha respaldado la perforación de un pozo en Escandón para «diversificar» las fuentes de suministro de la ciudad.

Entre las medidas adoptadas en la CHJ figura la puesta a punto de los pozos de la Carretera de Cuenca, ahora sin utilización y que podrían aportar un caudal añadido de 25 litros por segundo. Los dos pozos de San Blas suman una producción máxima de 230 litros por segundo, suficiente para cubrir las necesidades de la ciudad, con un consumo medio de 135 litros por segundo.

La comisión de desembalse decidió reunirse de nuevo a mediados de 2018. Mientras tanto, el Ayuntamiento se compromete a hacer un seguimiento de los niveles del acuífero de los pozos de abastecimiento y, paralelamente, la CHJ llevará a cabo un control «especial» del caudal circulante por el Guadalaviar. El pantano seguirá desembalsado 100 litros por segundo para garantizar el caudal ecológico del Guadalaviar.

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